Parasitados
El movimiento ecologista es como las sandías. Al principio, cuando nació el movimiento ecologísta, al igual que las sandías , eran pequeños y verdes, tanto por dentro como por fuera. Pero al ir creciendo, la izquierda vio en ellas una oportunidad de transformar la sociedad incorporando la coartada verde a sus postulados. De forma que, con el tiempo, los rojos, fueron recubriéndose de una capa verde que distraia a sus enemigos, que no vieron amenazas en una fruta de color verde y aspecto apetitoso llena de jugo. El socialismo parasitó así al movimiento ecologista, convirtiéndolo en verde por fuera y rojo por dentro, como las Sandías maduras. De ahí el resurgimiento de todo lo ecológico tras la caída del muro de Berlín y la reconversión forzada de la izquierda en búsqueda de nuevas causas e ideales tras abandonar la lucha obrera que la definió y caracterizó durante tantas décadas y revoluciones. Esta misma parasitación fue la que realizó también con los movimientos feministas ...