Colapsando con elegancia
Nuestra civilización colapsa por la caída de la cantidad de energía neta disponible para realizar trabajo. Nuestra fuente de energía principal proviene del petróleo. Una consecuencia de este colapso energético es la inflación y el incremento de los costes reales tanto de productos como de servicios. Este encarecimiento tiene el efecto secundario de reducir los derechos de los ciudadanos. La tendencia es a reducir la libertad bajo coartada de seguridad en una sociedad cada vez más amenazada y asustadiza. A muchos no nos gusta el coste de esa "seguridad" que nos venden, porque en el fondo, no deja de ser una cárcel encubierta en la que nos quieren meter. Los dirigentes, es decir, el amo del gato en la metáfora visual anterior, intenta minimizar daños colaterales de reducir tus derechos apelando a tu colaboración voluntaria en este itinerario de degradación colapsista. Como sabe que voluntariamente los recelosos no van a querer entrar en el redil, te pone "ince...