Trampantojos
Iris es una mujercita de 15 años que está cursando tercero de la enseñanza secundaria (ESO) y Antonio es uno de esos profes accesibles pero que no coleguea con sus alumnos. Antonio les trata como los adultos inacabados que han comenzado a ser.
Iris tiene dudas y está despertando a la vida. Está llena de confusiones, malas interpretaciones y ambigüedades que no puede ocultar e incluso defiende con la vehemencia del joven que defiende lo que entiende que es la verdad.
Esas mentiras que se presentan con apariencia de verdad son falacias con las que nos bombardean sistemáticamente, todos los días, desde todos los medios que encuentran a su alcance. Esas falacias son semejantes a trampantojos porque quieren parecer esculturas tridimensionales, cuando no son más que un puro ejercicio de dibujo que no sobresale ni un ápice de la superficie de la pared en la que se dibujan.
Iris busca desesperadamente la verdad en un mundo relativista en el que todo vale, nada es lo que aparenta y todo parece desmoronarse en un color gris que recuerda más a la podredumbre de la muerte que a la vida a la que quiere abrazar.
Iris tiene encuentros furtivos con Antonio en los que le hace partícipe de sus inquietudes, preguntas que Antonio no rehúsa y a las que entra al trapo con franqueza y libertad. Aquí os dejo algunos de los diálogos que surgieron entre ambos en el patio, en clase, fuera en el súper...
Trampantojos (I). A imagen y semejanza de Dios
Trampantojos (II).
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