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Mostrando entradas de abril, 2022

Diabolizando la política

Diablo La palabra diablo, viene del griego (διάβολος) que se traduce como el que divide o siembra la división. Es el que lanza algo entre los otros, de ahí el que separa o divide y crea odios, cólera o envidia. La frase “divide y vencerás” se atribuye al emperador Julio César, romano nacido en el año 100 a.C. Si el enemigo se encuentra dividido en lugar de unido, será mucho más fácil controlarlo y vencerle. El origen de la frase se halla en el hecho de que los romanos, cuando conquistaban algún territorio, no oprimían a los vencidos, para evitar que éstos se rebelaran y formaran un frente común. Lo maquiavélico de los romanos es que firmaban tratados con cada pueblo de manera individual, nunca en conjunto. En cada acuerdo, se otorgaban derechos distintos y más cantidad de ellos a unos pueblos que a otros. Esto provocaba la envidia entre ellos y, por tanto, la división (diablo) dificultando que llegaran a unirse entre ellos, ofreciendo un frente compacto contra el enemigo común...

Elegir entre la nada

Decía Cicerón que la inteligencia consistía en saber escoger (intus legere) Trabajo es igual a potencia por tiempo. Así, se puede decir que la consecuencia de la actividad de la inteligencia es la sabiduría. O dicho de otro modo, simplificando, se podría decir que la sabiduría es igual a inteligencia por tiempo. Analizar la inteligencia de un sistema conlleva un racimo de condiciones previas implícitas que normalmente no dependen de su potencia de cálculo sino de muchas otras cuestiones implícitas. Para poder saber cuál de las dos personas es más inteligente, hay que disponer previamente de 1.- Un objetivo. Aquel que se acerque más al objetivo, será más inteligente. 2.- Un criterio de evaluación de las respuestas. La suma de todas ellas generará una métrica que justifique la baremación de ambos esfuerzos. 3.- Un criterio de coste vinculado a cada respuesta, de forma que, en caso de alcanzar en ambos casos el objetivo, aquel que lo haya conseguido con menos recursos, será el más inteli...

HEMP para conquistar Europa

Cualquier explosión nuclear por encima de esas 12 millas náuticas sería una explosión en el espacio internacional (1) y fuera de la jurisdicción nacional de cualquier pais. Incluso en los EE.UU., se podría hablar de 80 Km de altura (2), pero sin ninguna validez jurídica internacional. En cualquier caso, la termosfera es considerada unánimemente ya fuera de toda jurisdicción. Por lo tanto, se podría detonar cabezas nucleares por encima de los 30Km de altura de cualquier punto sobre un pais cualquiera en pleno derecho internacional al no pertenecer dicho espacio a nadie en concreto y a todos en particular. Esta singularidad viene recogida en el Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre , incluso la Luna y otros cuerpos celestes (resolución 2222 (XXI) de la Asamblea General, anexo), aprobado el 19 de diciembre de 1966, abierto a la firma el 27 de enero de 1967 y que entró en vigor el 10 de octub...