Separación Iglesia-Estado

Una de las máximas de los lberales y del ala zurda política ha sido, desde la revolución francmasónica de 1789, la machacona separación, aunque sea formal de la religión y el estado.

Nuestra constitución es ACONFESIONAL. y eso significa que:

1. Ninguna confesión tendrá carácter estatal.
2. Los poderes públicos
   
1. Tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española.
2. Mantendrán relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
   

Sin embargo, incluso siendo el estado declaradamente aconfesional, aquellas personas que detentan su control, SIEMPRE se basan en unas creencias y tienen sus liturgias y sus dioses. Es decir, los políticos y funcionarios del estado SIEMPRE son confesionales.

En concreto, cuando un grupo político quiere independizarse del estado, es siempre para crear otro y detrás de ese estado existe una cosmovisión basada en unas creencias claras.

El separatismo catalán y vasco siempre ha tenido como respaldo a grupos zurdos como ERC o la ETA/Bildu cuyas bases marxistas y profundamente cristofóbicas nunca han sido ocultadas.

Es descorazonador ver cómo la iglesia catalana, lejos de arrodillarse delante del sagrario parroquial, lo ha hecho frente al separatismo diestro de la mano de los Pujol y demás formaciones políticas supuestamente diestras. Y así hoy, fuera del viento del Espíritu, agoniza la iglesia catalana, comenzando por su cabeza, Montserrat, donde la cuna del separatismo católico agoniza después de lustros sin una sola vocación que quiera seguir a la neoligión del neoestado catalán que ha cambiado al Señor por el Seny, que ha anulado a los creyentes que no se pliegan a hablar catalán, y que recibe bofetadas una y otra vez de aquellos a los que adulan pero que les desprecian. El CoViD no ha sido sino el cisne negro que ha acelerado el proceso. La tibieza eclesial ha ido acrecentando al independentismo que ya se permite el lujo de quitarse la careta y comenzar a aplicar descaradamente su política genocida eclesial mediante el amedrentamiento.

Ha sido sonado el caso de que los políticos mamones, es decir, los adoradores del dios Mammon. Coherentemente con la nueva fe de estado, han visto a bien permitir que miles de personas visitaran la catedral de Barcelona durante el fin de semana dado que eso atrae riqueza vía turismo, mientras sólo se permitía un aforo de 10 personas para realizar las misas (una de las razones que justifican la existencia de ese mismo templo) en un templo que puede albergar hasta 9000 personas simultáneamente en una misma misa.

Y así, aunque el funeral sólo ocupó el 23% de la capacidad máxima de los asientos y todos iban cumpliendo estrictamente con las medidas de seguridad y la normativa vigente de no supear el 50% del aforo, el gobierno nacionalista, no autorizó el acto, se ha abierto un expediente sancionador cuya multa ejemplarizante podría ascender a los 60.000€.

Luego se quejan de la escasa afección de algunos sectores eclesiásticos por la constitución, los nacionalismos y en especial los independentismos.