El estado siempre es confesional

Te engañaron. Aunque la constitución diga que el estado es aconfesional, es mentira. 

El mapa no es el terreno

Alfred Korzybski, en su libro Science and Sanity, plantea que el mapa no es el terreno y que las abstracciones derivadas de un objeto no son el objeto real en sí mismo. 

Korzybski afirma que los seres humanos estamos limitados en muestro conocimiento por la estructura de nuestro sistema nervioso y la estructura de nuestras lenguas, tanto la riqueza de nuestro vocabulario como las construcciones que podemos realizar con él.
Es la incapacidad para captar la realidad a la que aludía Platón en su mito de la caverna.

El mapa es una construcción mental abstracta

El psicólogo George A. Kelly, en su Teoría de los Constructos Personales, afirma que los constructos sirven para comunicar, conocer y manipular fenómenos que difícilmente podemos definir, precisamente porque no son objetos concretos y carecen de realidad empírica.
Los términos que utilizamos reflejan cómo percibimos la realidad. Dan también información sobre nuestras percepciones, escala de valores, prejuicios…
Quien controla el lenguaje y el concepto modela tu percepción de la realidad. Este es el principio en el que se basa el concepto de Neolengua que aparece en el libro 1984 de George Orwell.

El estado no existe

El estado es un constructo mental inexistente, abstracto. Sólo existen los hombres que detentan la representación que les otorgamos. Y esos hombres nunca son asépticos ni neutrales. Y si, todos son confesionales.

Si bien, siempre se ha hablado de separación Iglesia-Estado, en realidad, lo que se quería decir es que la jerarquía sacerdotal eclesial, no ejerciera también de jerarquía política. Haciendo uso de la máxima evangélica de "A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César" Mt 12, 17; los laicos, que no los religiosos, reivindicaban que se dejara la política en manos de los laicos, que también son iglesia.

Esta discusión sólo se manifestó en países de fuerte tradición católica. No así en las zonas de influencia islámicas, donde esta discusión está anulada y resuelta o en religiones antiguas donde el chamán o líder religioso también ejercía de máximo responsable político.

Las creencias espirituales que están dentro de cada hombre no pueden separarse de su forma de ser y estar en el mundo. Es por ello que dejar en manos laicas la política, no se desentendía de la influencia religiosa que portaban en su interior aquellas personas que realizaban la función pública.

Durante los últimos años estamos asistiendo a un cambio de confesión religiosa en aquellas personas que están accediendo al poder político y eso se está manifestando en la leyes que emanan desde los órganos políticos pertinentes.

Iglesia

Detrás de toda gran religión, siempre hay una iglesia. Y esta neoligión no iba a ser menos. Lo que hemos ido viendo en los últimos años es un cambio de confesionalidad. Hemos pasado del estado confesional católico o con inspiraciones cristianas al estado confesional laicista. Del nacional-catolicismo al nacionalista-laicismo. Este nuevo credo denominado laicismo tiene las siguientes características:

1. Su dios es el estado. Este nuevo Yahvé, que significa "el que es" da sentido y existencia a todo en la vida corriente de todos y cada uno de sus creyentes/ciudadanos.
2. Al igual que otras iglesias, también tiene su Jerusalén o Meca. Esta ciudad es la gran ramera que vive al lado del mar: Nueva York. Y dentro de este gran estado de Nueva York, en su capital, existe otro diminuto país que también es universal, del mismo modo que existe el Vaticano dentro de la capital de Italia, que es Roma. Su particular Vaticano es la sede de la ONU. 
   
3. Tiene su jerarquía eclesial o clero: presidente del gobierno, ministros, secretarios, delegados del gobierno, presidentes y parlamentarios autonómicos, consejeros,... que viven en palacios y dachas con servicio pagado por los adeptos y yizias varias que se obliga a pagar a los no creyentes para sustento del credo y sobre todo, del clero laico.
   
4. Este credo tiene su Torá, sus propios libros sagrados: la constitución, el código civil, los estatutos de autonomía...
5. Tiene sus liturgias: minutos de silencio masónicos, sus días de fuerzas armadas, sus constituciones del parlamento...
6. También tiene sus fiestas de guardar en las que se enaltecen los principios fundamentales del régimen: el 6 de diciembre en el que se celebra el día de la constitución o día de la Torá laicista; el 8 de marzo día del hembrismo; el 28 de junio, día del igual dá, también denominada fiesta del orgullo con acertada clarividencia; el 31 de diciembre, fin de año en el que se celebran las fiestas de invierno al estilo romano; el 31 de octubre, día de "dios padre" de la mentira, también conocido como Halloween; el día de celebración de la comunidad autónoma en el que se enaltecen las boinas cercanas...
7. De entre ellas, las tres principales son Halloween, el día del orgullo y el día del hembrismo, porque son las únicas que se celebran en todos los lugares mediante procesiones civiles denominadas manifestaciones.
   

Sacramentos

Esta religión tiene también sus sacramentos que administra próvidamente. El sacramento es un signo sensible, instituido por el dios-estado, por medio del cual el estado produce o aumenta la gracia santificante en los fieles y concede las gracias específicas de cada sacramento. 

Los fieles cuentan con siete sacramentos: 

1. Bautismo, donde los padres están obligados a realizar una fiesta de bienvenida del recién nacido entre los familiares y donde reciben regalos para el nuevo hijo que ayudan a la familia en los gastos.
   
2. Confirmación, que se practica en los comienzos de la adolescencia en viajes fin de curso que son ritos iniciáticos de confirmación en la vida adulta de los jóvenes o con fiestas de 16 años para las niñas.
3. Eucaristía, tomada frecuentemente por los fieles. En la nueva fe, no se soportan ni el dolor, ni la muerte. La eucaristía está constituida por todo aquello que las obvie y abrevie: drogas, barbitúricos, prozac, alcohol... aborto,
4. Confesión, donde hay sacerdotes (psicólogos y psiquiatras) que te acogen en sus consultas (confesionarios) previo pago (neoligión adora a Mammonna, dios de la riqueza, el éxito y la fama)  y te imponen terapias (penitencias)
   
5. Unción de enfermos o eutanasia, en la que se facilita el adiós a los seres queridos.
6. Orden sacerdotal por medio del cual, un ciudadano anónimo queda constituido como político y es aceptado en el partido. Una vez integrado en el orden sacerdotal laico, ya puedes oficiar sacramentos como el matrimonio laico.
   
7. Matrimonio civil, uniones de hecho, amancebamientos...

Importancia de las fiestas de guardar

Se nota la importancia de las fiestas y signos a exaltar porque, con la sobreactuación del converso, no tienen bastante con un triduo, ni con una octava o una novena, a la manera en la que se hacía en la religión anterior. NO. Tiene que emplear todo el mes anterior preparando con diversos actos la celebración, estirando hasta el paroxismo la propaganda. Así, varias semanas antes de las fiestas de guardar y tiempo después, se van calentando motores para el triduo festivo máximo del credo: el 8M, Halloween y el día del orgullo Gay o directamente día del orgullo, como bien entienden los adeptos con acertada clarividencia.

Historia de la salvación

Esta nueva religión presenta su propia historia de la salvación que surge de la lucha de clase marxista que reinterpreta la historia como una lucha permanente y maniquea entre buenos y malos, oprimidos y opresores, entre parásitos y huéspedes que deben desprenderse de ellos. Así, se origina, como una vesión distorsionada y grotesca de la liberación del pueblo de Israel en el A.T., una narrativa en la que primero, los obreros se libran del capitalismo y generan el paraíso en la Tierra que se llamó la URSS y cuya exportación a otros países originó tanto sufrimiento (más de 100 millones de muertos), comenzando por la Guerra Civil española. Este fracaso abrió los ojos al visionario de Gramsci (uno de los grandes profetas de esta religión) que expandió esta lucha a la cultura, generando fracturas entre hombre y mujeres mediante las teoría hembristas, entre cisgénero y transgénero mediante la ideología de género, entre adultos y fetos mediante el aborto, entre jóvenes y viejos mediante la eutanasia, entre  antiguos creyentes en religiones obsoletas como la católica y los ateos mediante el laicismo y la secularización, entre mojigatos y libertinos mediante la revolución de los anticonceptivos o la promoción del porno y así, hasta el hastío.

En esta historia de la salvación, aparecen grandes profetas que, en nombre del dios estado, llevaron su palabra a todos los pueblos. Así, tenemos al primer profeta que dio origen a esta religión: Marx, a precursores como Engles, a visionarios acertados como Gramsci, a la profetisa Simone de Beouvoir, a los padres de la sospecha con Freud a la cabeza y el loco sifilítico de Nietzche, la escuela de Frankfurt...

Transición

En este proceso de cambio de credo, es de capital importancia acabar cuanto antes con el antiguo credo. En este sentido, se están siguiendo los eficaces métodos empleados por el catolicismo con las fiestas paganas. Así, el laicismo sustituye unos ritos por otros: 

1. Las bodas se hacen ahora por el nuevo rito civil en las nuevas iglesias laicistas que son los ayuntamientos.
2. Los funerales se ofician ahora en los tanatorios, no en las iglesias católicas.
3. Se tendrá que crear los nuevos ritos de despedida a los muertos vía eutanasia.

Tiene sus nuevos sacerdotes constituidos por legiones de psicólogos y pedagogos. Pero los sacramentos se administran siempre previo pago, porque si algo tienen claro los fieles es el dios al que adoran: Mammona, el dios del éxito, del dinero y del poder. Dios a quien no dudan en sacrificar su propia vida o la de sus hijos en el altar del aborto o la de sus viejos en el altar de la eutanasia.
Existe un credo que todos los conversos recitan públicamente para ser aceptados en la nueva fe.
Y así, poquito a poquito, suave, suavecito, des-pa-cito, vamos paulatinamente sustituyendo la rancia fe de nuestros ancestros equivocados por la nueva fe mucho más adaptada a la vida moderna y a nuestras necesidades actuales.
Y, por supuesto, toda fe, debe pasarse de generación en generación. Y para ello, coherentemente, hay que incluir la catequesis de la nueva fe en la escuela mediante asignaturas de formación del espíritu nacional.