Formación del Espíritu Nacional (FEN)
Formación del espíritu nacional (FEN) era el nombre de una asignatura obligatoria en el bachillerato español durante el franquismo. Su propósito era la adquisición de los valores que se identificaban con el concepto de España propio del Movimiento Nacional. Desapareció de los planes de estudios en el franquismo final con la Ley General de Educación de 1970 que implantó la EGB y el BUP.
Los modernos progresistas se caracterizan por el odio al franquismo. Estos progres sufren de ambivalencia freudiana (Bleuler, 1911) de forma que mientras, por un lado, exaltan su odio por Franco, por el otro lado reprimen su amor por Franco. Pero esa represión desgasta mucho y tarde o temprano, se acaban copiando tics, formas de ser y estar en el mundo que son aplicadas de forma inconsciente, pero terriblemente esclarecedoras de sus verdaderos sentimientos.
Así, en la fase de cambio actual de confesionalidad del estado, mientras se va abandonando el antiguo credo católico, se va afianzando la nueva religión de estado: el laicismo. En este cambio de confesionalidad, la educación debe quedar afectada como mecanismo de propagación de la nueva fe. Coherentemente con este itinerario de conversión, aquellas asignaturas de la antigua fe deben ser desterradas y ser sustituidas por las que propaguen la nueva fe. El proceso por medio del cual se realizará esta transición seguirá las siguientes fases:
- La asignatura de Religión sigue siendo evaluable para acatar, de momento, lo marcado por el Tribunal Constitucional, en tanto no se modifique la constitución par adaptarla a las nuevas necesidades ciudadanas y a los cambios sociales.
- Se ningunea a la asignatura de religión. La evaluación (la nota) no contará para la nota media ni de primaria ni de secundaria. No computará, por tanto, para pedir becas o acceder a estudios universitarios u otros trámites.
- Se mantiene el carácter optativo de la asignatura y por lo tanto, si no cuenta para nada, la cantidad de alumnos que la solicitarán bajará drásticamente. Con ello, se reducen los profesores necesarios para cursar la asignatura y se va desmantelando por reemplazo generacional la misma hasta el siguiente empujón.
- Se ensalzan la bondades de la asignatura sustitutiva FEN. Se emplean eufemismos como que no se prive a los que cursan Religión de poder estudiar una asignatura ética en la que se enseñen valores cívicos y constitucionales del Espíritu Nacional.
- Se eleva la categoría de la nueva asignatura en una materia obligatoria que deben cursar incluso los alumnos que se matriculen de Religión.
- Con el tiempo, se pasará la Religión como materia extraescolar que se pueda hacer en el colegio, el colegio que la oferte con pago por parte de los padres al igual que se hace con el patinaje, la hora de deberes o pintura.
- Después se desacreditará la misma porque allí se enseñan cosas contrarias a la neoligión de estado y un colegio no puede enseñar eso, por lo que serán eliminadas de la oferta de actividades lúdicas o complementarias extraescolares que pueda ofertar el colegio. Además, es una asignatura elitista que sólo la pueden cursar los ricos, que pueden pagarla. El resto no. Hay que acabar con las discriminaciones.
- Los colegios concertados que la oferten serán castigados de las maneras habituales que ya conocemos.
- Finalmente sólo nos quedarán la catequesis parroquiales; pero sólo por un tiempo. Hasta el siguiente asalto, que ya será el definitivo.
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