Acabar con el Valle de los caídos
La secuencia de pasos para acabar con el Valle de los Caídos es clara:
Sacar del Valle al dictador
Lo primero es tergiversar la historia para justificar las actuaciones: Llamar mausoleo al monumento. Franco nunca pensó en enterrarse ahí puesto que fué él quien ordenó construir el Valle que se erigió como "...magno monumento destinado a perpetuar la memoria de los Caídos en la Cruzada de Liberación, para honra de quienes dieron sus vidas por Dios y por la Patria y para ejemplo de las generaciones venideras."
Sacarlo del Valle es un muy importante gesto por el valor simbólico de franco y el mensaje que deja claro a la ciudadanía:
- Es el iniciador de la obra.
- Es el representante máximo del régimen anterior.
- De alguna manera es la figura "protectora" del Valle.
Acabar con la resistencia católica
La guerra civil española se concibió por parte del bando nacional como una cruzada católica y su victoria como un éxito de la civilización judeo cristiana frente a la barbarie. Franco siempre intentó vivir como un buen católico.
En el DECRETO-LEY de 23 de agosto de 1957 del BOE, franco deja muy clara su intencionalidad de dejar un monumento genuinamente cristiano y fundamentalmente reconciliador.
Sacado a Franco del Valle, hay que eliminar su legado, lo cual coincide con la cristofobia del gobierno de turno. Además, es esta una lapa que desprenderla arrastrará consigo la denuncia de los acuerdos Iglesia-Estado que se firmaron en la transición y su correspondiente justificación para desamortizaciones no amparadas por derecho al ser alegales y no ilegales. Han aprendido mucho desde el 36.
El legado se eliminará en varias fases:
- Aprovechando la crisis vocacional actual, hay muchos monasterios benedictinos carentes de hermanos, que estaran muy agradecidos de poder incrementar sus miembros con los hermanos que estan en el Valle. Así que por parte de la orden, no habrá problemas logísticos en la reubicación de los hermanos del Valle.
- Si no hubo problema en hacer un Real Decreto-ley 10/2018, tampoco lo habrá para sacar a los monjes. Y como se resistan mucho los obispos en la CEE, se les amenaza con adelantar el pago del IBI por parte de la Iglesia y todos sumisos: La ley del dinero, el que tiene dinero hace la ley.
Acabar con la simbología católica
Sacados los monjes y Franco, se desacralizará el Valle, conviriténdolo en un monumento a la memoria histérica. Para lo cual, se tendrá que abolir el patronato original y crear uno nuevo más acorde con la intencionalidad revanchista del gobierno.
Para ello, hay que eliminar todo vestigio de simbología cristiana que no sea sumisa con la neoligión del estado confesional español. Como este cambio de confesión estatal no se puede todavía visibilizar, se recurrirán a artimañas al estilo de las que utilizó la ínclita ministra Aido.
Veamos cómo lo hizo.
Para justificar la ampliación de la reforma de la ley del aborto, Aído seleccionó a técnicos afines para que dijeran lo que ella quería oir. La coartada era rodearse de un aura científica avalada por los trepas universitarios que se dejaron, con el fin de medrar en sus respectivos ámbitos. Estómagos agradecidos.
Cómo lo harán
Primero, Patrimonio Nacional prevaricará dejando de realizar el mantenimiento que le corresponde de las instalaciones. Poco a poco, todo el complejo irá degradándose en pocos años lo que no ha hecho en todos los anteriores por negligencia.
Mientras tanto, se eliminarán testigos incómodos como los visitantes y se le negará el acceso por deterioro a los visitantes que todavía tengan ganas de visitar el monumento.
Llegado el momento, se realizará una selección cuidadosa, avalada y bendecida siempre por la logia, de conocidos y respetados arquitectos con el fin de que digan que la gran cruz se encuentra en un lamentable estado de conservación. La culpa se le echará al chivo expiatorio de la ineptitud de los monjes y cuidadores que han hecho dejadez de sus funciones y ahora tiene el estado público que venir a socorrer esta mala gestión privada; otra vez. Ello obligará a dinamitar la base de la cruz y derribarla. Si además pudieran imputarle el coste de demolición a la CEE porque su conservación les competía y además han sido dejados en sus funciones, sería el golpe de gracia final, al estilo de la compra de la bala por los familiares de los ajusticiados, como lo hace un comunista genuino chino.
Estos hechos no se podrán comprobar y tendremos todos que hacer un gran acto de fe por el bien y la seguridad pública de los que vayan al Valle. Es posible que hayan vídeos de youtube de especialistas diciendo y jurando que está todo bien y que en todo caso, sólo hacen falta algunas obras menores para tapar grietas o humedades. Da igual. Se cerrará el acceso y se denunciarán los vídeos y páginas por delito de odio. En cualquier caso, la ley que, igual que define los nuevos derechos, no dudará en definir los nuevos delitos, sacará una nueva figura de apología del franquismo que servirá para achantar a los díscolos que se atrevan a decir que el rey está desnudo.
Derribada la cruz, en su lugar, se pondrá algún símbolo masónico nihilista: una luz que ilumine hacia el cielo, una llama inmortal o cualquier otra cosa aséptica con mucho simbolismo. Se empleará luz led, de bajo consumo, que emita cero emisiones al ser alimentado por las noches con las baterías de litio de estado sólido de última generación cargadas por placas solares durante el día. Gaia estará contenta con este tributo ecológico.
El gran foco que partirá de la Tierra, enseñará cómo debe comportarse el cielo y convertirá al Valle en una fuente de Luz (Luz-bel) para toda la humanidad, desde la que se pueda irradiar su gran sabiduria teosófica gnóstica.
FIN.
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