EQUIDAD SEXUAL. No igual da el género

Tratar por igual lo que es intrínsecamente diferente no es sino una nueva forma de discriminación ladina y encubierta porque bajo una apariencia de justicia, siempre perderá aquel que esté en inferioridad de condiciones.

Por lo tanto, a partir de ahora, no sigas usando el concepto de neolengua  "igualdad de género". Comienza a usar el concepto

EQUIDAD SEXUAL

Es decir,

1. Deja de usar el palabro "género" porque es la parte software del sexo. Es decir, algo intangible y que está dentro de la cabeza de la persona y no puede validarse empíricamente de forma objetiva. El género es subjetivo y está en el cerebro.
2. Usa la palabra "sexual" referida al hardware del sexo. Es decir, a la parte tangible del ser humano y que se encuentra en sus gónadas sexuales. El sexo es objetivo, no subjetivo.
3. No hables de "igualdad" que no reconoce las diferencias entre hombre y mujer y convierte todo el hardware binario en un continuo fluido y soft de sentimientos y sensaciones volátiles de dudoso falseamiento. El sexo se puede falsear, el género no.

La equidad sexual pretende que tanto las mujeres como los hombres tengan las mismas posibilidades, u oportunidades en la vida, de acceder a recursos y bienes valiosos desde el punto de vista social, y de controlarlos. El objetivo no es tanto que mujeres y hombres sean iguales, sino conseguir que unos y otros tengan las mismas oportunidades en la vida. La equidad reconoce la maternidad de la mujer y le compensa de los prosible prejuicios y perjuicios que pudiera sufrir la mujer por este motivo.