El problema no es el encandilador, sino los encandilados

El problema no era Hitler, sino los que encandiló y que le mantuvieron haciendo sus desmanes desde el poder. El problema no fue Lenin, sino aquellos a los que encandiló y le mantuvieron en el poder. El problema fue que, al subir al poder, retorcieron el poder para que el poder les mantuviera y así seguir ejerciendo su mando de hierro todo el tiempo que pudieran. El problema no son los encandiladores, sino los encandilados.

Hitler fundó el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán y Sánchez ha montado el Partido Nacionalista Socialista Obrero Español. Partido con el cual, ha asaltado la democracia española como ya lo hizo su partido homólogo en la década de los 30 del siglo pasado. Entonces, su objetivo era, al igual que Hitler en Alemania, acabar con la incipiente democracia para instalar su régimen totalitarista: nazi en Alemania, soviético en España.

Igual que entonces les funcionó, ahora han vuelto a intentar el mismo patrón. Simplemente han cambiado las tácticas. Ya  no nos fusilarán en las cunetas, ni iremos a una guerra civil, pero seremos expulsados de la vida pública, se nos cerrarán los medios, se vigilará internet para ver a dónde accedes, se restringirán los accesos a tus entradas en las RR.SS., se restringirán derechos sociales, se meterá en la cárcel a los disidentes y se les arruinará económicamente con juicios interminables, multas y demás. A eso es a lo que vamos.

Esto se puede evitar. Basta con que los que votan socialismo, dejen de votar a Sánchez. Basta que los miembros de su partido hagan una catarsis y que la justicia actúe metiendo en la cárcel a todos los que nos han arruinado. Hace falta una depuración social y cambiar las leyes electorales, eliminar las leyes que nos han traído hasta aquí. Hay que reaccionar.

Basta ya.