Piedra arcoiris contra cántaro católico

Siendo hombre, puedo amar a mis compañeros de colegio con los que he vivido tantas experiencias a lo largo de los años. A esto se le llama Agape o incluso Storgé. Lo que nunca haré es sexualizar mi relación con ellos. Es decir, no voy a pecar contra el sexto mandamiento de la ley de Dios con ellos. A esto se le llama Eros.

El ágape siempre ha existido y ha sido un referente en la Iglesia Católica. Todos los monasterios del mundo están compuestos exclusivamente por hermanos o sólo por hermanas. Sin mezclas. El amor entre los hermanos ha sido siempre querido por Jesucristo y ha sido el emblema que identifica a las comunidades católicas a lo largo de todo el orbe. La sexualización de las relaciones familiares siempre ha sido un tabú prohibido y penalizado genéticamente. A esto siempre se le ha llamado incesto.

Sin embargo, estos caballos de Troya arcoiris pretenden seguir persistiendo en su pecado y ser admitidos al mismo tiempo en la Iglesia.

Lo siento, no se puede servir a dos señores.

Da igual que la piedra arcoiris vaya al cántaro católico o que el cántaro católico vaya a la piedra arcoiris. Al final, quien acaba roto, es el cántaro.