Primer hombre en abortar

En el avance por la pendiente resbaladiza en la que nos encontramos tras abrir la ventana de Overton, la siguiente entrega en esta perversa carrera consiste en querer ser el primer hombre en abortar, mujer trans en neolengua.

El derecho a asesinar a tus hijos cuando todavía están dentro de ti, también se ha desplazado a las mujeres hormonadas y/o mutiladas.
Ya pasó que una mujer hormonada con testoterona, tuvo un aborto espontáneo por no poder soportar su placenta el embarazo de gemelos. Sin embargo, ahora el siguiente paso es conseguir un aborto quirúrgico en un hombre hormonado. Esto significa varias cosas:

1. El hombre ha recibido hormonas femeninas para aumentar el volumen de sus pechos para simular ser mujer.
2. Se quiere amputar su pene, testículos, bolsa seminal... esterilizándose de facto.
   
3. Quiere que le arranquen a otra mujer, al menos, su útero y posiblemente su vagina y se la implanten a él.
4. Recibirá tratamientos de por vida con inmunodepresores para evitar el rechazo de eser cuerpo extraño femenino en su cuerpo masculino.
5. Dejará estéril a la mujer de la que se extraiga su aparato reproductor. Igual es de una muerta o de una mujer que quiera mutilarse para que parezca un hombre.
   
6. Ordenará a un equipo de reproducción asistida que mate a docenas de seres humanos en fase embrionaria en una inseminación artificial para implantarla en su útero.
7. Dejará que el embarazo prosiga su curso, dándole igual si los inmunodepresores o el resto de medicamentos le afectan física y mentalmente al feto.
8. Cuando el tamaño del feto comience se evidente y a molestar a su cuerpo masculino, no preparado para soportar embarazos, asesinarán al ser humano que sobrevive dentro de él.
9. Y todo esto, estando en perfecto estado físico, no siendo necesario médicamente este procedimiento y poniendo seriamente en peligro su propia vida, que estaba sana.
10. Y seguramente quiere que, además, se lo pague la gente que no está a favor de estas operaciones, es decir, tú y yo, a través de la seguridad social.
    

Desde un punto de vista espiritual, llama la atención que todo este inmenso despliegue de medios, de elevadísimo coste económico y personal, simplemente se ha decidido para satisfacer su afán de notoriedad personal, atrayendo las cámaras durante un repugnante y efímero momento; para satisfacer su ego y su capricho de burgués aburrido. Es la misma raíz soberbia que originó el "non serviam" original. 

Al pecado contra la vida de esterilizarse como hombre, se le añade el de esterilizar a una mujer para convertir al macho estéril por amputación en mujer fértil pero que muy posiblemente no podrá parir y a la que se le tendría que practicar, en e mejor de los casos, una cesárea.

Pero el grado de perversión adicional viene cuando el deseo que anima todo este protocolo no es una idolatría de la fuente física de la vida, que en última instancia no dejaría de ser un reconocimiento de la grandeza de la obra de Dios, sino el deseo de asesinarla en caso de que se produzca el embarazo. Es todo tan diabólico que es difícil de creer que se pueda llegar a más perversión. Todo esto despide un olor a azufre que resulta vomitivo.

Este hombre no es más que otro sacrificio humano en el altar de Moloch; un tontútil, encima voluntario y engañado, que no es más que un títere en manos de los amos del mundo. Una marioneta empleada como un eslabón más en la cadena de acontecimientos con la que pretenden implantar su agenda del Nuevo Orden Mundial.