La fijación enfermiza de la masonería con España
Hay un enemigo que odia profundamente al único Dios verdadero. Son los ángeles caídos que han declarado la guerra sin cuartel hasta el final de los tiempos. Ese enemigo que sostiene una lucha espiritual contra Dios, se ha manifestado en la historia de manera muy concreta empleando vicarios e intermediarios que han hecho esa guerra por él. De entre ellos, destaco a la masonería, que profesa la religión de Satanás y que detesta profundamente a su máximo exponente en la Tierra: la Iglesia Católica, que es el cuerpo místico de Cristo.
Es un enemigo cobarde, cuya astucia le lleva a presentar batalla siempre indirectamente. Es el autor intelectual de gran parte de los ataques más virulentos, perpetrados materialmente por vicarios interpuestos. Un enemigo en la sombra que no duda en atacar, siempre que tiene ocasión, hasta que no acabe totalmente con su enemigo declarado: la Iglesia Católica.
En esta lucha espiritual, destaca la lucha de la Masonería contra España por ser un estado que participó del gobierno de Roma, con hasta dos césares. Roma fue el primer imperio católico de la historia. España destacó por ser una de las provincias del imperio más romanizadas. Tras la conquista por los bárbaros del norte, estos fueron convertidos a la Iglesia Católica. España no asumió los dioses externos de las nueva clase dominante. La conquista de esa provincia del sacro imperio romano, por parte del Islam, llevó ocho siglos de reconquista hasta devolver a España su alma cristiana original. Esto es algo que el islam nunca ha perdonado a España. Ese espíritu de reconquista llevó a ampliar el estado español mediante la inclusión de los nuevos territorios de ultramar como provincias españolas al mismo nivel que Jaén o Barcelona. Un estado profundamente católico que luchó contra los protestantes y de nuevo detuvo al islam, esta vez a través del imperio turco, cuya cúspide fue la batalla de Lepanto. Otra de las bofetadas que tampoco ha encajado bien el islam.
España ha sido el único país del mundo que derrotó por dos veces al islam y el único territorio arrebatado al islam y no devuelto.
La masonería, fundada en el siglo XVIII obtuvo su primera victoria con la fundación de su primer estado, creado desde cero, el 04 de julio de 1776.
Una vez creado el estado germen inicial, atacó a la cabeza del imperio a través de Napoleón, hijo de la revolución francesa masónica de 1789.
Debilitando a la madre patria, promovió la independencia de sus provincias de ultra mar a principio del siglo XIX.
Una vez separadas de la cabeza y separadas entre sí, comenzó a conquistar territorios de las más cercanas, expandiendo su territorio hacia el oeste y el sur hasta dejar a virreinato de Méjico convertido en una sombra de lo que fue.
Se dedicó entonces a esquilmar a sus vasallos indios nativos, una vez conquistados, hasta meterlos en reservas donde languidecen como apestados. Se enorgulleció de ello en centenares de películas que la sede del poder blando de California-Hollywood se encargó de popularizar. El poder blando actúa como aparato de propaganda cuya misión es mantener sus valores en la mente de todos sus súbditos, incluyendo a sus enemigos, ahora vasallos españoles. Pero sobre todos los elementos de propaganda, triunfa la leyenda negra española, constructo artificial y sin fundamento que pretende matar varios pájaros de un tiro:
- Convertir al enemigo español en el chivo expiatorio de todos los males que padece Sudamérica.
- Emplear a España como espantajo sobre el que centrar la atención mientras perseveran en su modus operandi.
- Enmascarar los desmanes reales y no ficticios realizados por ellos durante la historia.
Seguidamente se dedicó a explotar las riquezas de sus nuevos territorios sobre las que descansa su poder político y militar. Por ejemplo, el petróleo de Tejas o Alaska.
A los que dividió, también les fue esquilmando sus riquezas en toda Sudamérica. Sometió a toda Sudamérica a su yugo político.
Continuó deshaciendo el imperio enemigo quitándole territorios con una fijación enfermiza: Filipinas, Cuba...
Durante el siglo XX expandió sus bases militares a todo el mundo para mantener y garantizar su dominio. En esa expansión, la metrópoli original, España, también cayó bajo su yugo. Se nutre actualmente de mano de obra barata que proviene del sur y de la explotación de fuentes de riqueza que compra con su divisa, que se ha convertido en universal... de momento.
En estos momentos, militariza a nuestro enemigo del sur, Marruecos, a los que también nutre de tecnología para defender el Sáhara español de sus legítimos habitantes originales españoles.
Se ha infiltrado en la ONU, UNESCO, FAO, ONGs, empresas multinacionales, fondos de inversión y demás organismos supranacionales desde los que controla a gobiernos y poderosos.
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