Mes de la Gracia Católica


Recientemente me ha llegado un meme bienintencionado que pretende contraprogramar la apropiación cultural del colectivo abecedario por una recuperación de la historia poniendo en valor la cantidad de celebraciones católicas que se realizan este mes. Así, se resaltan las cinco celebraciones más importantes de este mes e intenta reforzar el sentimiento de satisfacción por los logros, capacidades o méritos propios o por algo en lo que una persona se siente concernida. Así se define el término según la RAE.

Sin embargo, esto implica varias asunciones que resultan muy elocuentes:

  1. Denuncia que en la Iglesia católica hemos perdido el "sentimiento de satisfacción" y que 
  2. Nos encontramos abatidos, algo impropio de un cristiano, no ya de un católico, que se sabe en el lado correcto y vencedor de la historia.

Este intento de subir la moral de la tropa pone de manifiesto que 

  1. La Iglesia está en combate, no en vano siempre se ha llamado a los cristianos la Iglesia Militante.
  2. La moral de la tropa no es alta.
  3. Hay que recuperar la valentía y el arrojo.
  4. Que el amor propio y la autoestima católica no se basa ya tanto en el amor de Dios y en sabernos salvados por ser sus hijos y por su Hijo, sino en la aceptación social de nuestro alrededor. Es decir, estamos perdiendo la fe. Y en este sentido, tal vez sería muy aleccionador recordar el orden de los mandamientos del cristiano, orden que si es alterado, llena a nuestra pérdida de identidad:

...y uno de ellos le preguntó con ánimo de ponerle a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?»
El le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas». Mt 22, 35-40

No se puede dar testimonio de Dios si previamente no estás lleno de Él.

Por otro lado, llamar al mes de junio el mes del orgullo, es reconocer la superioridad intelectual de nuestros enemigos pues pues los hijos de este mundo son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz (Lc 16, 8) por dos razones:

  1. No existía el mes del orgullo católico antes de que nuestros enemigos crearan el mes del suyo.
  2. Hacemos una claudicación intelectual, por pereza mental, al reconocer la superioridad del concepto, copiándolo en lugar de generar el nuestro.

Por otro lado, hemos de reconocer que el término "orgullo" tiene una clara connotación de arrogancia y vanidad que puede conducir muy fácilmente al exceso de estimación propia, que conlleve a un sentimiento de superioridad que puede conducirnos al revanchismo o al desprecio del otro.

Por lo tanto, conviene no emplear el término orgullo, por prudencia; del mismo modo que el pudor salvaguarda a la pureza. Recordemos que fue el orgullo lo que convirtió a ángeles en demonios. Así dicen el libro de los Proverbios:

“El temor del Señor es aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, yo aborrezco” (Proverbios 8:13).

“Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; pero la sabiduría está con los humildes” (Proverbios 11:2).

“Delante de la destrucción va el orgullo, y delante de la caída, la arrogancia de espíritu” (Proverbios 16:18).

Si este mes era y sigue siendo de los católicos y nos lo hemos dejado arrebatar por necios, los suyo sería recuperar nuestro mes original, elegido conscientemente por nuestros enemigos, llamándolo el mes de la Gracia Católica, puesto que en cristiano, todo es gracia y es un honor disponer de un mes en el que se concentra tan gran cantidad de festividades católicas que vienen a reconocer nuestra inmensa riqueza, que no es propia, sino celestial y que estamos contentos de compartir gratis, pues gratis la recibimos.


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