Estado trilero

Este año, me aumentaron el sueldo un 4%. Pero esto tiene truco. En realidad, no es que en mi cuenta bancaria entrara un 4% más de dinero, en enero, respecto de lo que cobraba en diciembre. No. El aumento corresponde a la cantidad de dinero en bruto que me imputan. Es decir, que lo que me subió el sueldo es el 4% ANTES DE IMPUESTOS.

Teniendo en cuenta la tabla de tramos del IRPF en España para 2022 y que este dinero extra que me ingresan, se añade al tramo que más cotiza, significa que a TODO el incremento de sueldo, hay que quitarle un 37% sólo en concepto de IRPF. Es decir, que el 4% de incremento de sueldo se convierte realmente en un 4x(1-0.37) = 4x0.63 = 2.52%

Es decir, que realmente, mi sueldo, el efectivo, el que realmente puedo gastar, ha sido incrementado en un magro 2.5% Para que el 4% fuera efectivo, el incremento de sueldo real, antes de impuestos, debería de haber sido del 4x(1+0.37) = 4x1.37 = 5.48% ANTES DE IMPUESTOS.

Sólo para mantener el mismo poder adquisitivo que tenía el año pasado, teniendo en cuenta que la variación del IPC para todo el año 2022 fue del 5.9% según datos oficiales, el incremento de sueldo que me tenía que haber realizado en bruto, antes de impuestos, debería de haber sido del 5.9x1.37 = 8.1%, es decir, el doble de lo que realmente me han hecho. Por lo tanto, puedo afirmar que este año, otra vez más, soy más pobre que el año pasado porque he perdido un poder adquisitivo equivalente a la mitad de la subida del IPC.

Si a esto le unes que de lo que me queda, un quinto de todo lo que compre, es decir, el 21% se lo vuelve a llevar el estado en forma de IVA, en realidad, me queda disponible para gastar el 2% del incremento dado que el 0.5% se lo ha llevado en forma de IVA.

Es decir, que la mitad de lo que me ha dado el estado en forma de incremento de sueldo, se lo lleva el mismo que me lo da. Me siento como el incauto al cual el estado trilero le mete una bolita de la nómina debajo de un vaso de los impuestos y al que le birlan la bolita en su cara. Una sensación de estar siendo parasitado con total impunidad. Yo soy el que trabaja, el que se deja la vida en el tajo, el que invierte su tiempo y dinero en trabajar y el estado, sin hacer nada, se lleva la mitad de mi trabajo.

Pero como el gobierno es socialisto y lucha por la dignidad de los trabajadores, defendiéndoles del maltrato injusto del heteropatriarcado capitalista, nadie protesta, pues es de los nuestros.