Preguntas y hechos incómodos arco iris

El bloguero y locutor estadounidense Bill Maher, de HBO, articuló una pregunta cuando se analiza la explosión del número de niños transgénero. “Si este aumento en los niños trans es todo biológico, ¿por qué es un fenómeno tan regional? Mirando las estadísticas, parece que Ohio los está discriminando o California los está creando” En el libro "Un daño irreversible. La locura transgénero que seduce a nuestras hijas" de la autora Abigail Shrier, que cuestionaba precisamente este aumento repentino de niños transgénero.

Si se miran las estadísticas, la población LGBT de Estados Unidos, al menos oficialmente, parece estar duplicándose aproximadamente cada generación. Según una encuesta de Gallup en 2022, menos del 1% de los estadounidenses nacidos antes de 1946 era gay. El porcentaje más que se duplicó hasta alcanzar el 2,6% de los Boomers; el 4,2 % de la Generación X; el 10,5 % de los Millennials y finalmente el 20,8 % de la Generación Z. Lo que significa que, si seguimos esta trayectoria, todos seremos homosexuales en 2054. 

Si la raza humana está cambiando a un ritmo sin precedentes, algo está pasando y nos lo están ocultando. Por lo visto, ha habido un cambio genético drástico en la raza humana y ahora todos los bebés están naciendo en los cuerpos equivocados.

Por naturaleza, la ingenuidad infantil les hace muy impresionables. Tal vez hay que decirle a una chica que odia las "cosas de chicas", que sólo necesita aprender que ser mujer no significa que tengas que actuar como una Kardashian.

Los adolescentes son capaces de cualquier cosa con tal de sorprender y desafiar a los cabezas cuadradas que lo criaron. La mayoría de la gente no se pone un anillo en la nariz a los 56 ni comienza a tatuarse tras la jubilación. 

La Dra. Erica Anderson es una destacada psicóloga clínica de 71 años que es ella misma transgénero y que ahora dice: "Creo que ha ido demasiado lejos". El L.A. Times resume que ella "ha llegado a creer que algunos niños que se identifican como trans están cayendo bajo la influencia de sus compañeros y las redes sociales". Es decir, que estamos ante una moda más que no está basada en la ciencia y que no es más que uno de los frentes de las guerras culturales en las que se está usando a los niños como carne de cañón.

Los niños no pueden beber alcohol hasta los 18, no pueden votar hasta los 18, no pueden fumar hasta los 18, no pueden conducir hasta los 18, no se les deja salir de casa sin móvil con GPS y localizador, no se puede subir en bicicleta sin casco, se les obliga a vacunarles sin su consentimiento... Pero sí que están capacitados para decidir que su sexo no corresponde a su percepción y hay que cambiar el sexo, pero no su percepción mediante bloqueadores de hormonas y/o cirugía genital.

En Suecia y Finlandia se ha dejado de dar bloqueadores de la pubertad a los niños porque es de sentido común que cuando reviertes el curso natural de las hormonas, que llevan millones de años actuando siempre del mismo modo, es muy posible que se generen problemas. Algunos científicos que juegan a ser aprendices de brujo de han detectado que se dificulta el desarrollo de la densidad ósea o se genera infertilidad. Porque literalmente se está experimentando con niños.

Los niños pasan por muchas fases, son niños. Pasan por la fase de los dinosaurios, la fase de Hello Kitty, un día quieren ser astronautas y al otro bombero o policía, o médicos y emfermeras. Si los niños supieran lo que quieren ser a los ocho años, el mundo estaría lleno de vaqueros, princesas o piratas. Gracias a Dios nadie toma en serio a un niño y no se suele programar la extracción de un ojo y una amputación de pierna para colocarle al niño una pata de palo.