Chiringuitos gringos y "esfuerzos diplomáticos" arco iris

Para los que piensan que los chiringuitos son exclusivos de la picaresca española del siglo XXI, comentarles que la carísima ideología de género requiere de enormes cantidades de dinero porque los amancebados no son baratos.
Encargados de generar un discurso hueco; hojarasca que mantiene vivo el mensaje permanentemente en los media.
Hace poco la enviada especial LGBT de EE. UU., Jessica Stern, dijo al Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU. que si bien su oficina de “Enviada Especial” para asuntos homosexuales/trans en el Departamento de Estado de EE. UU. es importante, no podía citar ni un solo logro desde que asumió el cargo en junio pasado. Es decir, que hay que aflojar más dinero porque hay que generar problemas para los cuales hay que destinar más dinero.
Stern tampoco pudo responder a la pregunta del representante Mast sobre cómo el Departamento de Estado hizo esfuerzos para contratar y retener a personas que se identifican como homosexuales/trans cuando la ley prohíbe preguntar sobre las preferencias sexuales de los candidatos. Bofetón más grande que el de Will Smith a Chris Rock.
La ideología tiene las patas muy cortas. Stern se despachó a gusto soltando que los diplomáticos que se identificaron como homosexuales/trans tuvieron dificultades para obtener acreditación diplomática de otros países para ellos y sus familias. Sin embargo, no pudo citar un solo caso en el que esto sucediera cuando se le indicó que lo hiciera.
Y va la salvapatrias y suelta con toda su sinvergonzonería que "...Los esfuerzos “diplomáticos” (...) permiten a las agencias involucradas en el extranjero utilizar “la gama completa de herramientas diplomáticas y de asistencia y, según corresponda, [incluidas] sanciones financieras, restricciones de visa y otras acciones” para obligar a la cooperación de “gobiernos extranjeros” que “restringen los derechos de las personas LGBTQI+ o no hacen cumplir las protecciones legales vigentes, contribuyendo así a un clima de intolerancia”.
Frente a esta cara dura impresionante, con todo el desparpajo, yo me pregunto 
  1. ¿Cómo definiría esta señora su ingerencia en la política de estados soberanos que ella está realizando abiertamente con el beneplácito del "católico devoto"?
  2. ¿Acaso no es una intolerancia lo que ella realiza con los gobiernos intolerantes?
  3. ¿Acaso los gobiernos intolerantes aplican sanciones a su país y realizan acciones de ingerencia en la política de su país?
  4. ¿Legitima esa actitud el que el resto de paises puedan desarrollar también "esfuerzos diplomáticos" como el suyo para doblegar voluntades políticas en los USA?
  5. ¿Verían ellos a bien esta ingerencia extrangera?
  6. ¿Qué pasaría si esos "esfuerzos diplomáticos" los realizara Rusia, Polonia, Hungría... contra su país?

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