Vacunoides

Vacunas

Típicamente, cualquier vacuna que merezca llamarse así, realizada mendiente técnicas tradicionales, se compone de 

1. Microorganismos totales o células enteras que han sido atenuadas en laboratorio. Son microorganismos vivos pero con mucha menor virulencia para poder reaccionar frente a ellas sin riesgos para el organismo.
2. Microorganismos inactivados o muertos mediante métodos tradicionales de calor, aplicación de químicos como el fenol o formol...
3. Alguna fracción del microorganismo, basadas en proteínas o polisacáridos. Vamos, puré de bichos.
   

Las variantes modernas de estas vacunas son engendros al estilo Frankestein, basadas en técnicas genéticas en las que 

1. Se puede modificar mediante ingeniería genética los genes que codifican proteínas antigénicas específicas en una célula huésped. Es lo que realiza la vacuna de Jansen. Se denominan recombinantes.
2. Se copia la secuencia primaria de aminoácidos de los determinantes antigénicos del microorganismo. A estas técnicas se les denominan Sintéticas

El comportamiento de estas variantes genéticas modernas presentan la misma inmunogenicidad y reactogenicidad que las vacunas inactivadas.

Vacunoides

El sufijo -oide procede del griego "eidos" que significa "apariencia, forma". Así, humanoide es un adjetivo que significa que tiene forma o características del ser humano; PERO NO LO ES. Así, en la película de Star Wars, C3PO es un robot de aspecto humano, que imita las características humanas, pero que salta a la vista que no es humano aunque presente una funcionalidad análoga a la humana y se le haya dotado de aspecto antropomorfo para facilitar su interacción con él. Del mismo modo, un avión simula a un pájaro, pero no lo es.

De los treinta mil nucleótidos de longitud que conforma el ARN monocatenario del CoViD-19, los científicos sólo han seleccionado como determinante para poder detener la infección la proteina S (Spike) de todas las que conforman la superficie identificable del virus: envoltura vírica de lípidos, la proteína S o espícula viral, la proteína E o de la envoltura y finalmente la proteína M o de la membrana.

Es decír, los científicos de las multinacionales farmaceuticas, han analizado al virus CoViD y de todo su cuerpo, sólo se han quedado con la mano que utiliza para engancharse a las células humanas, es decir, la proteina S o Spike. Algo así a lo que hicieron con LeeLoo (Mila Jovovich), la alienígena que impacta contra la Tierra cuando venía a reescatarla, en la película el quinto elemento.

Para que nos hagamos una idea, Pfizer ha sintetizado artificialmente las instrucciones (mRNA) con la que una célucla podría comenzar a fabricar la mano con la que se agarra el bicho a las células para entrar en ellas. Ha colocado esta secuencia en células vivas y las ha puesto a replicar como locas dichas instrucciones. Luego, cada instrucción la ha recubierto de una corteza de grasa formado pelotas diminutas que son las que posteriormente inyecta por millones en cada ser humano en cada dosis de su vacunoide. 

Al inyectarlas en el cuerpo humano, las células humanas de tu organismo que reciben estas pelotas de grasa, a modo de caballo de Troya, son introducidas dentro de la célula y ésta, comienza a producir manos, que no instrucciones para construirlas.

Es decir, que determinadas células de tu organismo comienzan a producir antígenos y expulsarlos al torrente sanguíneo. Estas manos no se puede replicar más, puesto que son proteinas finales idénticas a las que presenta el CoViD19 en su superficie y que son reconocibles y atacables por los linfocitos T cuando por fin dan con el anticuerpo necesario para contrarrestar al antígeno denominado porteína S o Spike.