Tu seguridad por tu libertad
Comprad acciones de la empresa ADN canino porque se va a montar en el dólar.
A fecha de junio de 2021, ya se ha implantado en 24 ciudades y gracias a sus "servicios", han "generado" 206 empleos directos e indirectos. Llevan ya la friolera de 62000 bichos censados.
Su éxito en la ciudad de Xàtiva, allá por el año 2015 les sirvió de trampolín empresarial.
Objetivos
Bajo la coartada del maltrato animal, han creado una empresa para que el maltrato y abandono del animal no quede impune. Según declaran en su proyecto de empresa, su objetivo es mejorar el bienestar animal con una tenencia responsable por parte de los propietarios de los animales. Hasta aquí, sin objeciones.
Método
Para ello, el servicio que ofrece la empresa consiste en obtener un censo genético canino completo de la zona contratada. Típicamente, un municipio.
Consecuencias
Todo este fantástico sistema tiene un coste. Y el que financia el coste siempre es el que recibe el "servicio", es decir, el propietario del perro. En la vida nada es gratuito. Y si a ti no te cuesta nada, es porque otro está pagando el precio.
Ayuntamiento
Es el primer afectado y cómplice necesario del hostigamiento al propietario. Es el que recibe a la empresa, analiza sus "servicios" y acepta el cambio de modelo de gestión. En primer lugar, el ayuntamiento tiene que modificar de las ordenanzas en materia de protección animal porque si no lo hace, la empresa estaría actuando fuera de la legalidad.
Si vemos la historia de hostigamiento al propietario, el primer paso consistió en modificar la
ordenanza Municipal de Tenencia
de Animales de Compañía para obligar a los propietarios a ponerles un collar y una chapa identificativa. Como era lento y farragoso identificarlos así y no se les podía multar a sus amos porque no todos tenían la placa y ésta se podía desprender "accidentalmente", se inventaron un truco mejor; volver a modificar la ordenanza Municipal de Tenencia
de Animales de Compañía para obligar a los propietarios a implantar un microchip a los animales para facilitar su identificación electrónica. El microchip no se pierde, es accesible y permite identificar al animal inmediatamente con el dispositivo adecuado. Implantar este dispositivo en la mascota es obligatorio desde 1995. El sistema se diseñó en Europa y acabó implantando en todo el mundo. Tiene un tamaño equivalente a tres granos de arroz.
Si quieres desprenderte del animal, tienes que sacarle el microchip adrede, el animal queda anonimizado y el amo indemne.
El siguiente paso consiste en volver a modificar la ordenanza Municipal de Tenencia de Animales de Compañía para obligar a los propietarios a realizar un anállisis de ADN de su mascota e incorporarlo a la base de datos ya existente de microchips.
El modelo ADN, al igual que pasó con el microchip, se impone obligatoriamente a los propietarios. El coste del análisis genético es de 36€ y va por cuenta del ayuntamiento que paga con los impuestos de todos. Los propietarios que no lo hagan, deberán pagarlo de su bolsillo posteriormente. Nada es gratisLa huella genética de cada uno de nuestras mascotas junto con el microchip, hace que muchos de los actos incívicos o incluso delictivos, puedan ser identificados inequívocamente.
Directas
Si el propietario deja una caca de su perro sin recoger, el operario del ayuntamiento envía a analizar la caca y el ayuntamiento pone la multa al infractor por no recoger el excremento del animal.
La empresa siempre gana. Gana cuando tiene que hacer los análisis genéticos de las mascotas. Gana con la gestión y mantenimiento de la base de datos y gana con el flujo constante de los análisis genéticos de las cacas.
Gana la alcaldía que por cada infracción gana en multas.
Siempre pierde el propietario que no sólo tiene que pagar el análisis genético del perro, añade otro trámite más de legalización de la mascota y además tiene que pagar las multas.
Supuestamente gana el viandante que ya no tiene que ir esquivando cacas por la calle.
Indirectas
Este tipo de acciones tienen varias consecuencias
- La primera y más evidente, consiste en la pérdida de llibertad de propietario al que se le impone una legislación que no ha pedido ni desea ni puede renunciar a ella. Además se estrecha el cerco al infractor de una manera asfixiante.
- Se avanza en la presunción de culpabilidad de los propietarios que son tomados, todos ellos, como potenciales infranctores, de forma que todos los inocentes tienen que pagar por los culpables.
- Se penaliza a los propietarios de los animales que son del municipio puesto que los de los municipios colindantes, pueden dejar sus cacas sin miramiento de ser multados.
- La identificación genética no es invasiva y no se deteriora como el microchip, que puede estropearse.
- Al tener identificado al perro, las camadas abandonadas, identificarán claramente a los padres y podrán multar a los propietarios.
- Si se abandona al perro, se le podrá identificar también. El vínculo perro-dueño no podrá nunca soltarse y tendrás una responsabilidad para toda su vida hasta que decidas deshacerte del bicho por cauces reglamentarios y costosos económicamente. Si no lo haces, al tenerte fichado, te buscarán las cosquillas de por qué no informaste a la autoridad y qué hciste con el cuerpo.
- Si disponer de un bicho no te compensa por la vigilancia policial a la que te van a someter, ya sabes, no lo tengas.
Desde el punto de vista humano, este tipo de comportamientos presenta consecuencias indirectas bastante inquietantes:
- Una vez desarrollada completamente la tecnología, abaratada y verificada en su ejecución, al no obligar a las personas a llevar un chip subcutáneo, ni tarjetas de identidad ni nada invasivo, se convertirá en la medida biométrica por excelencia que, junto a la huella digital y la marca del iris, conforman la autenticación completa individual. Ya nada puede evitar identificarte en cualquier lugar al que vayas y lo que es más acuciante: es una identificación completa, personal y TOTALMENTE intransferible e infalsificable si la cadena de custodia no se rompe.
- Será una identificación que se realizará una única vez en la vida y podría realizarse de oficio nada más nacer en el mismo hospital en el que se le realizan todas las pruebas diagnósticas al recién nacido. Pronto se incluirá en los protocolos normalizados de actuación.
- A los abortos y a todos los no considerados humanos, no se les hará; en parte porque no se les ha dado el estatus de vivos y por lo tanto, no hay que certificar su "defunción". Esto los estigmatizará aún más en su reconocimiento como seres humanos.
- Se acabarán los niños cuyos padres no hayan sido identificados: los hijos de la prostitución, las inseminaciones in vitro, los niños abandonados en el parto,... Se les podrá exigir a los padres que contribuyan al sustento del hijo y el derecho de los hijos de conocer a sus padres biológicos. Se acabó el anonimato.
Comentarios
Publicar un comentario
Deja aquí tus comentarios a esta entrada