Tanatología fetal

Mónica García, la que quiere ser alcaldesa de Madrid,  es una diputada de ultraizquierda que dice que el latido de un feto no indica que está vivo. Sin duda que esta anestesista que ha estudiado medicina, tuvo que cursar una asignatura de Tanatología. Sin duda, sabrá que los signos negativos de la vida clásicos son los de la triada o trípode vital Bichat, que son las funciones vitales respiratorias, cardíacas y neurológicas. El cese de los tres bloques vitales supone la muerte irreversible.

Ciertamente un feto n opuede respirar con sus pulmones por razones obvias, pero lo hace a través de la membrana permeable de la placenta. Por lo que los criterios respiratorios no son todavía válidos en un contexto vital sino que son temporalmente sustituidos por los placentarios. Su cerebro comienza a construirse a partir del decimo octavo día de gestación y ya no dejará de emitir estímulos cerebrales nunca hasta el proceso de muerte.

Miedo me da caer en las garras de esta anestesista con la ley de cacotanasia aprobada y que sabiendo que soy un facha al que todavía le lata el corazón, determine que no tengo vida y me mande a servir de donante de órganos involuntario. Seguramente no esperará a que presente causas positivas de muerte para declarar mi defunción como no ha tenido reparo en hacerlo con las niñas no nacidas.

Cipaya al servicio del heteropatriarcado que facilita legalmente que el león macho alfa acabe con su camada antes de que salga para que la leona no pierda tiempo y dinero amamantando y criando a sus cachorros y vuelva a estar disponible sexualmente para él lo antes posible, que es de lo que en realidad va todo esto.