Cisma a la vista

Visto lo que hacen algunos católicos, muchas veces me siento más cercano de algunos hermanos protestantes que de algunos "primos" católicos. Porque algunos católicos están haciendo el primo más que el católico.

Esta es la historia de un gran cisma que se producirá próximamente en la Iglesia Católica y que no sólo afectará a Alemania, sino a todo el orbe: Los EE.UU., la Iglesia nacional catalana y en muchas otras partes del mundo. Aviso para que cuando pase, sepamos colocarnos en el lado correcto de la historia.

Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá al uno y amará al otro, o se dedicará al uno y menospreciará al otro. No pueden servir a Dios y a las riquezas. Mt 6, 24.

El problema de Alemania y territorios cercanos es la hidra sutil que ha ido envenenando y carcomiendo por dentro su estructura desde el estado durante al menos dos generaciones. Aprendamos de esos primos.

Esto ha hecho que cambien de Señor. Declaraciones como las referenciadas arriba ya se infiltraron en la Amoris Laetitia.

Un Papa que, ágil en organizar el año de la misericordia, se niega a hacer la obra de misericorida de enseñar al que no sabe, dejando sin aclarar y contestar la Dubia presentada el 19 de septiembre de 2016 por cuatro cardenales, de los cuales, ya sólo queda uno.

Significativo silencio deliberado que intentando no tensar la situación para no provocar la ruptura, acabará no sólo en pecado de omisión sino en ruptura. Parafraseo la sentencia que le dió Churchill a Chamberlain tras firmar la paz de Munich.

Y ahora, fruto de aquellos polvos no barridos, tenemos estos lodos. La Iglesia alemana bendecirá las "relaciones" homosexuales. No a los creyentes, sino a la relación. Y además abiertamente en contra del ‘responsum’ hecho público el 15 de marzo de 2021 por el Vaticano con el que reiteraba la doctrina católica sobre las parejas de personas del mismo texto: la Iglesia no puede bendecir esas uniones. 

Frente a esto, Munilla ha decretado una cadena de ayuno y oración para detener estas actividades.

Lo lamentable de todo esto es la falta de mando desde el vaticano que aclare la situación, quite a los malos pastores de confundir al rebaño, que elimine la hidra y ponga en cintura a los díscolos invitándoles a seguir al Dios verdadero.

Si Pedro tiene el poder de atar en el cielo lo que ata en la Tierra, también tiene el poder de desatar en el cielo lo que ate en la Tierra.

Lo lamentable de todo esto es que haya sido sólo Munilla el que alce la voz contra esto y toda la CEE en pleno no se haya manifestado en contra. ¿Es que todos actúan en connivencia con el Papa?¿No es el obispo el máximo representante de Dios en la diócesis y autónomo en sus decisiones?¿Debe esperar a un consenso democrático?¿Desde cuándo la Iglesia es democrática?¿Lo son acaso los partidos políticos?