La marca de la bestia
Tal y como certifica LifeSite, a partir de un artículo del Telegaph, el gobierno del Reino Unido está financiando la prueba de los pasaportes de vacunación COVID-19, menos de un mes después de que el ministro del gobierno responsable de las vacunas COVID-19 declarara que "no tenemos planes de introducir los llamados pasaportes de vacunas" e instó a las empresas a "ni siquiera pensarlo."
La empresa de biometría iProov y la empresa de ciberseguridad Mvine proporcionarán a miles de británicos una aplicación gratuita que les permitirá demostrar digitalmente que han recibido una vacuna.
A miles de británicos que han recibido su vacuna contra el coronavirus se les ofrecerá un pasaporte como parte de un ensayo financiado por el gobierno que se llevará a cabo este mes.
El ensayo será supervisado por dos directores de salud pública de las autoridades locales y se completará en marzo. Sin embargo, las ubicaciones aún no se han acordado.
La agencia gubernamental de financiación de la investigación ya ha invertido 75.000 libras en el proyecto. El objetivo del ensayo es mostrar cómo se pueden utilizar los pasaportes para ayudar al NHS a realizar un seguimiento del número de personas que han recibido la primera o la segunda dosis de la vacuna.
Ciertamente todos los escolares y nosotros mismos disponemos de una cartilla infantil en la que los pediatras apuntan la evolución del niño en peso, estatura, historial clínico, vacunaciones realizadas,... Pero esa información confidencial nunca la llevamos encima.
Disponer de un certificado de vacunación CoViD19 ciertamente permitiría a determinadas personas ya inmunizadas poder hacer vida normal pre-CoViD: no llevar mascarillas, asistir a obras de teatro o cine sin problemas, viajar, asistir al puesto de trabajo sin restricciones, saltarse los toques de queda,...
Sin embargo, como no se le ha escapado al ojo avispado de sus creador Frank Joshi, director y fundador de Mvine, la compañía comenzó a
trabajar en los pases para demostrar los resultados de las pruebas,
pero que desde entonces había obtenido más fondos para pasar a los
pasaportes de vacunación. “La idea es que estemos listos y esperando en caso de que nos encontremos interesados en una situación en la que necesitemos demostrar algo sobre nosotros mismos”, dijo el muy astuto.
"Al principio, comenzamos con esta necesidad de demostrar si se ha realizado una prueba de anticuerpos, pero también se puede utilizar para demostrar si se ha vacunado".
Es decir, que la cosa se ha ido de las manos y confirma que el espíritu inicial no era el CoViD aunque se utilizara como coartada.
Andrew Bud, director ejecutivo de iProov, dijo que era "muy importante" que todo lo que se hiciera en torno a las vacunas tuviera que estar vinculado al NHS. "Estamos hablando de una pieza de tecnología extraordinaria que se puede aplicar y se puede integrar fácilmente con el NHS".
Yo añadiría, "...de momento", aunque no lo dijera textualmente.
En esto consiste el apretón de la soga para gestionar el control social:
- Se amedrenta a la población en general magnificando el problema y manteniendo la alarma indefinidamente. Al igual que hace el ministerio de la guerra en la obra 1984 de George Orwell.
- En consecuencia, se imponen unas medidas draconianas a toda l población.
- Visto el malestar e inconvenientes que producen las medidas, se ofrece la posibilidad de reducir total o parcialmente dichos inconvenientes a todos los que cumplan determinados criterios, tal y como se está haciendo en China con los códigos de "integridad".
- El coste del sistema de control es tan grande que sería imposible realizarlo si no fuera por la colaboración de los propios controlados. De ahí la importancia de emplear tecnologías que los ciudadanos "necesiten" para pervertirlas en contra de ellos mismos. Es importante que la perversión se disfrace de "servicio" para poder aceder a sus datos. Esta tecnología son los móviles y sus servicios, las RR.SS.
Las empresas agregaron que si los pasaportes tienen éxito, podrían expandirse a millones de personas. Es decir, a toda la población. Y si tiene éxito, exportarlo a otros países. Es decir, el espíritu es el control total y, de momento, voluntario de la población.
Si el ritmo de entrada en el redil no es el adecuado, se estimulará al ganado con ventajas para los voluntarios y penalizaciones para los rezagados y díscolos.
Un portavoz del Departamento de Salud y Asistencia Social dijo que "no había planes" para introducir pasaportes de vacunas. "En esta etapa del programa de vacunación, no está claro si las vacunas evitarán la transmisión", dijo el portavoz.
Pero de momento, no parece que no vayan a hacerlo. Ninguna vacuna se pone si no va a evitar la transmisión de la enfermedad. Nunca se ha ocurrido esto. Así que en cuanto "se demuestre" qué sí lo hacen, ya no habrá escusa para "seguir avanzando" en la gestión de la herramienta.
“A medida que se vacune a un gran número de personas de los grupos de riesgo, podremos reunir la evidencia para demostrar el impacto en las tasas de infección, hospitalización y reducción de muertes. Si tiene éxito, esto debería conducir con el tiempo a una reevaluación de las restricciones actuales", dijo el directivo indicando el itinerario a seguir para obtener las coartadas que justifiquen el aumento del control. Y siempre por tu bien.
Hasta la fecha, el Gobierno se ha contradicho sobre el uso de pasaportes de vacunas. En diciembre, Michael Gove dijo que "no eran el plan", pero Nadhim Zahawi, el ministro que supervisaba el lanzamiento de la vacuna, dijo que estaban "mirando la tecnología".
Los juicios se producen cuando el Instituto Ada Lovelace presentó una evidencia del uso de pasaportes de vacunación. La revisión, que está presidida por Sir Jonathan Montgomery, analizará la ética, la ciencia, la ley y la precedencia de dichos pasaportes.
Algunos temen que los pasaportes puedan discriminar a las personas que no deben vacunarse, como las mujeres embarazadas, a las que hasta la fecha se les ha aconsejado que no se vacunen. El NHS ha dicho que se necesitan más pruebas antes de que se ofrezcan a las mujeres embarazadas. Como resultado, las mujeres embarazadas podrían tener prohibido viajar si los pasaportes fueran obligatorios.
United Airlines, Virgin Atlantic, Swiss International AirLines y JetBlue han dicho que comenzarán a ofrecer un sistema de pasaportes de salud a los clientes este año. IAG, propietario de BA, también está trabajando en su propio healthpass que se lanzará a principios de este año.
"Y
hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y
esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre". Ap 13, 16-17
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