Es la religión marxista en las aulas

Documento de compromiso a firmar por los docentes

El marxismo aspira a impregnarlo todo y a ordenar hasta los comportamiento personales. En este sentido, funciona como una religión cuyo dios es el estado y cuya bíblia (conjunto de libros sagrados) son todos los compendios de sus profetas: Marx, Engels, Hegel, Gramsci, Bakunin,... 

Es por ello que los que detentan la representación del estado, conversos a esta nueva religón (neoligión) intenten por todos los medios implantarla a toda la sociedad convencidos de sus bondades.

Obviamente, el primer paso es eliminar antiguas religiones y supersticiones previas, metiéndolas todas en el mismo saco puesto que para ellos, son todo herencias culturales superadas. 

Si entendemos la cultura como cualquier manifestación de lo humano, ciertamente las creencias de los humanos que la genran son realmente el motor de la cultura y por lo tanto, equivocan el foco aquellos que hablan de guerras culturales al quedarse sólo en el tronco sin descender más hacia la raiz: la religión.

Si pensabais que la ley Celaá se iba a quedar en una vuelta de tuerca más para acabar definitivamente con la concertada, os equivocáis.

La neoligión de estado quiere

1. Acabar con las religiones prexistentes y en especial con la católica.
2. Comenzar a divulgar y formar a los alumnos en la nueva fe mediante la sustitución de la formación religiosa en las aulas. Para ello, sustituirá la formación en religión católica por la asignatura de Formación del Espíritu Nacional, actualmente llamada educación para la ciudadanía que es más cursi y disimula sus verdaderas intenciones.
3. Realizar una purga del profesorado poco afecto al régimen mediante la firma de contratos como el chino.
4. Esta purga consistirá en limitar accesos a cargos dentro de la educación en los que puedan realizar actividades no afines al partido y expulsar de la docencia a los díscolos.

Algunas imágenes que circulan en los medios de comunicación social muestran que en Wenzhou (Zhejiang) el Partido Comunista Chino exige a todos los profesores que firmen un documento en el que se comprometen a ceñirse a estas cuatro iniciativas:

1. Afirmar la visión marxista sobre las religiones y reforzar la educación atea y su estudio.
2. No creer en ninguna religión, y no participar en ninguna actividad religiosa, no promocionar ni difundir religiones en ningún lugar.
3. Apoyar activamente la nueva civilización socialista y el nuevo rumbo.
4. No difundir supersticiones feudales, y no participar de ninguna actividad relacionada con las supersticiones feudales.

Todo un anticipo claro de lo que vendrá en los próximos años. De momento se conforman con la autocensura, con el apocamiento de los cristianos, con el pavoneo de los neófitos crecidos en su autoengaño.