Celebrando centenarios como coartada para mantener el desprecio
A León Ferrari sólo debería conocerlo la madre que lo parió y el vecino del quinto de su finca. Sin embargo, decidió convertirse en el tontútil dócil al poder capaz de poner la cabeza con la que los conversos desde el poder arremeten contra la antigua fe, todavía profesada por los viejos. La última andanada de "los tolerantes" es emplear la coartada de una "celebración" por centenario en la que los medios públicos que tu pagas son utilizzados para mofarse siempre de los mismos.LA publicación está firmada por el Gobierno de España y el Ministrio de Cultura y Deportes.
En
su escasa y sesgada imaginación, este aprendiz autodidacta, León Ferrari, sólo tuvo creatividad suficiente para
insultar a la cultura en la que nació. Su mediocridad sólo dió para
provocar, pues de otra manera, nunca habría salido del anonimato que a
todas luces merece su lamentable obra.
Desde estas líneas, me atrevo a sugerir a todos los seguidores y admiradores de su obra, que si queren ser realmente revulsivos y antisistema, si realmente pretenden realizar una obra transgresora, tengan a bien valorar las siguientes propuestas que no dejarán, seguro, a nadie indiferente:
- Metan la bandera comunista o el libro del capital bajo una jaula de pájaros para que lo caguen en lugar de poner el cuadro del juicio final de Miguel Ángel
- En lugar de cebarse en una de las carabelas que descubrieron América y libraron a ese continente de la barbarie, se fije en la nave capitana de Alí Pachá en la batalla de Lepanto.
- En lugar de poner a un Cristo crucificado sobre un avión de guerra, sugiero poner a Mahoma encima de un F-18 americano capitaneando el genocidio yemení por parte de sus más insignes descendientes saudíes.
- ¿Y qué tal una pila de mahomas pintados en diferentes colores atravesados por una kabila musulmana?. ¿Tal vez una pila de vacas sagradas en su lugar?. ¿Y si ponemos montones de cráneos aztecas amontonados como los que encontró Hernán Cortés?. ¿O prefiere los de Pol Pot en Camboya?
Ciertamente, decir esto desde una tribuna o un libro, sería querellable por el sistema, pero bajo el paraguas artístico, todo vale y seguro que no tendría absolutamente ninguna repercusión negativa personal al tiempo que podría ganar en notoriedad el fiel segudor y admirador de la obra del sinvergüenza León Ferrari.
Ánimo, todo un mundo acomodado sediento de escándalo y provocación te está eperando.
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