Verdades, medias verdades y mentiras del coronavirus

 

Vengo observando últimamente cómo se ha incrementado bastante el tráfico de bulos y desinformaciones asociadas a la pandemia del corona virus 19 y salvo honrosas excepciones, cada vez veo menor sensatez en el ambiente. Advierto el especial activismo de algunos elementos que si no son contestados públicamente acaban creando un caldo de cultivo tóxico que hay que desactivar lo antes posible.

Advierto del riesgo de parecer el "cuñao" listillo o "espabilao", pero hay verdades del barquero que no quedan más remedio que volver a enfatizar, a pesar de que puedan resultar incómodas o destrozen tu narrativa.

Bulos y mentiras

Las mascarillas generan hipoxia

MENTIRA. Las mascarillas no generan hipoxia. Te lo dice la revista Redacción Médica. Es un bulo conspiranoico. ES MENTIRA.

En este punto, estoy especialmente sensibilizado. Desgraciadamente tuve que asistir a un trasplante de médula. No sólo en los días previos sino en los siguientes al transplante, tenía a una persona CARENTE ABSOLUTAMENTE de defensas y sólo tuve que usar mascarillas quirúrgicas LAS 24H del día. Ighual que yo, estábamos todos los de la planta y las enfermeras y médicos. Dormíamos con la mascarilla puesta al lado del paciente. NUNCA HUBO HIPOXIA. Es mi experiencia personal de llevar 24h a día la mascarilla. Confirmo la experiencia de la Revista Redacción Médica. REPITO Y CONFIRMO.

Las mascarillas te enferman

Efectivamente, si no te cambias la mascarilla con cierta frecuencia, tus propias bacterias, hongos y demás, acaban depositándose en la mascarilla. Si a eso le añades que lo que filtran del ambiente se queda en la mascarilla, está claro que la mascarilla es una fuente de gérmenes SI NO LAS CAMBIAS A MENUDO O LAS LAVAS, TIO GUARRO. 

Si las lavas, las pones en un solución desinfectante y si mantienen sus propiedades filtrantes, no hay problema. Si las reutilizas, se higiénico. Si se deterioran, cambialas. Vamos, esto de cajón.

Mentiras tecnológicas

Como doctor en informática y profesor de la Universidad Politécnica de Valencia, desde aquí afirmo que todas las MENTIRAS que se muestran a continuación son una sandez y un absoluto disparate. No se si son fruto de gente desinformada y bien intencionada que ha atado los cabos que no tocan o de gente MUY BIEN INFORMADA cuya intención es generar una desinformación interesada en desprestigiar a aquellos que junto con sus legítimas denuncias se tragan estos sapos.

Os recomiendo encarecidamente a todos los que estéis leyendo esto en este momento que  todo esto no es más que un impacto en plena línea de flotación para desprestigiar a los que ven la utilización política y económica detrás de esta enfermedad. Todos los que afirmáis y os creeis esta SANDEZ, sois unos colaboracionistas necesarios porque:

  1. Ponéis de manifiesto vuestro absoluto desconocimiento del tema.
  2. Os ponéis al mismo nivel que los chem trails o los defensores de los ovnis.
  3. Desprestigiais vuestra justa denuncia de otros aspectos que sí son preocupantes, pero que os desprestigian asumiendo estos cebos que os ha lanzado el sistema contra el que decís querer luchar.

Las vacunas son para controlarte. Utilizan microchips

MENTIRA. Esto es imposible:

  1. Se necesitaría un ordenador potentísimo para poder controlar nuestro cerebro.
  2. Esta potencia de cálculo exigiría una fuente de alimentación externa para que el microchip funcionara.
  3. Se necesitaría un sistema de comunicaciones de alta velocidad para enciar y recibir el estado del "sistema". Aquí es donde entraría el elemento necesario de las 5G.
  4. Sería necesaria una conexión con el cerebro a controlar.
  5. El conocimiento del cerebro necesario para generar todo este tinglao sencillamente NO EXISTE a día de hoy.

Las redes 5G de telefonía móvil propagan al coronavirus

Los virus no se desplazan por las ondas electromagnéticas ni las redes de telefonía móvil. El COVID-19 se está propagando en numerosos países y provincias españolas en los que no existe una red 5G. En España la red 5G es ridícula y está en sus primeros balbuceos experimentales.
El COVID-19 se transmite a través de gotículas minúsculas de secreciones respiratorias expulsadas cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. También es posible infectarse si se toca una superficie contaminada y posteriormente se lleva uno la mano a los ojos, la boca o la nariz.

Medias mentiras

Estas son las que más daño hacen porque mezclan la verdad con la mentira y consiguen hacer pasar como cierto algo que analizado con más detalle se ve claramente que no lo es. 

Desinfectantes y antisépticos

Existe una gran cantidad de bulos precisamente por la confusión existente entre la población no formada de la diferencia entre unos y otros. Veamos las diferencias:

  1. Desinfectante. Cualquier sustancia o proceso usado en objetos no vivos  para destruir gérmenes como los virus, bacterias, hongos o esporas.  Pueden ser productos químicos (Hipoclorito sódico, formaldehído, glutaraldehído) o procedimientos físicos como el calor o la radiación (ultravioleta)
  2. Antiséptico. Los antisépticos son productos químicos de uso tópico que se aplican sobre los tejidos vivos o mucosas (por ejemplo heridas, quemaduras), sin causar efectos lesivos, con la finalidad de, desinfectar, eliminar o inhibir los microorganismos patógenos como bacterias, hongos, virus y esporas. Eliminan todo tipo de gérmenes. No todos tienen la misma efectividad. Entre los más conocidos encontramos el agua oxigenada, el alcohol, el yodo, la clorhexidina. Los antisépticos producen muerte o inhibición celular de las bacterias ya sea por oxidación por hidrólisis o inactivación de las enzimas.

Desde esta perspectiva, veamos los siguientes medios bulos. 

El Ozono, el dióxido de cloro, agua oxigenada, lejía acaba con el bicho

Efectivamente. El Ozono es un potentísimo agente oxidativo que resulta tóxico para la vida y por lo tanto, se emplea como biocida. Es un potente desinfectante de aguas y espacios, PERO NO ES UN ANTISÉPTICO. NI SE TE OCURRA EMPLEARLO PARA MATAR EL CORONAVIRUS. TAMBIÉN TE MATARÍA A TI.

No beber o inyectar la lejía u otros desinfectantes de la casa. Es muy peligroso y puede ser mortal. Estos no son tratamientos para COVID-19 y no ayudan a prevenirlo.

Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA)

Los productos viricidas autorizados y registrados en España que han demostrado eficacia frente al virus atendienden a la norma UNE-EN 14476, que evalúa la capacidad viricida de los antisépticos y desinfectantes químicos.

Estos productos se encuentran en el Listado de Viricidas para uso ambiental (TP2), uso en la industria alimentaria (TP4) y para su uso en la higiene humana (TP1), publicado por el Ministerio de Sanidad. En ese listado hay productos viricidas de uso por el público en general, que junto con los detergentes y limpiadores se pueden comprar en los supermercados para uso doméstico, y son los productos que pueden utilizar las empresas de limpieza.

El resto de productos biocidas, es decir, los que están autorizados para ser usados por personal profesional y por personal profesional especializado, requiere una serie de conocimientos y/o capacitación establecida en la normativa sanitaria sobre capacitación para la aplicación de biocidas. Estos productos son utilizados por las Empresas de Servicios Biocidas a terceros inscritas en el Registro Oficial de Servicios Biocidas de las Comunidades Autónomas (ROESB). Estas empresas están sujetas a inspecciones sanitarias, disponen de personal técnico cualificado para el desempeño de su trabajo, y se autorizan conforme a la legislación nacional y autonómica.

Por lo tanto, insistimos: no está garantizado que el ozono acabe con el bicho. Tampoco que se utilice la nebulización de estos desinfectantes sobre personas.

El dióxido de cloro y la lejía acaban con el bicho

Efectivamente. Es otro de los casos desinformados. Acaba con el bicho sobre las superficies muertas en las que se deposite como consecuencia de estornudos o tocamientos con manos infectadas. PERO NO SE TE OCURRA INHALAR ESTOS PRODUCTOS para acabar con la infección que pudieras tener en el pulmón. El gas de cloro es uno de los primeros productos empleados en la guerra química. Actúa como un agente sofocante. Aunque fue diseñada como un arma incapacitante, produjo numerosas muertes. Fue lanzado por primera vez en Ypres, el 16 de abril de 1915.

La Hidrocloroquinona acaba con el coronavirus

Es cierto. En estudios in vitro, la Hidrocloroquinona tiene eficacia contra el virus.

La Hidrocloroquinona es un medicamento testado y provado en enfermos de malaria y funciona.

Sin embargo:

  1. En ensayos clínicos sobre personas vivas, no se obtiene mejoras apreciables y no está demostrado que mejore el tratamiento de la enfermedad y en algunos casos, puede llegar a empeorarla.
  2. No se recomienda su uso

Se comenzó a investigar la hidroxicloroquina (Plaquenil) y la cloroquina (Aralen) para tratar o prevenir el COVID-19 porque una pequeña investigación en francés con 20 participantes demostró la posibilidad de usar estos medicamentos como un tratamiento para las personas con COVID-19. 

Algunas investigaciones han demostrado un aumento posible en las muertes relacionadas a estos fármacos. El 24 de abril, la FDA publicó un aviso (en inglés) que no debe usar estos medicamentos fuera de un ensayo clínico o un hospital a causa de un ritmo cardiaco anormal y potencialmente fatal que puede ocurrir como un efecto secundario de esta combinación de medicamentos. El 25 mayo 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS), suspendió temporalmente las investigaciones clínicas usando hidroxicloroquina después de que una investigación que se publicó en la revista Lancet demostró un aumento en la mortalidad en los pacientes con COVID-19 que tomaron hidroxicloroquina comparado con los pacientes que no la tomaron. Sin embargo, los autores de la investigación no podían realizar una auditoría de los datos y retractaron públicamente retirando las publicaciones de la revista. Como resultado, la OMS resumió la investigación de hidroxicloroquina el 3 de junio, pero sacó la medicina de los estudios clínicos el 17 de junio debido a su inefectividad. Una investigación presentada en el ASCO20 Virtual Scientific Program (Programa Científico Virtual de ASCO20) encontró que los pacientes con cáncer que se usó una combinación de hidroxicloroquina y azithromycin, un antibiótico, como un tratamiento de COVID-19 tenía 3 veces más riesgo de morir dentro de 30 días en comparación con los pacientes que no recibieron estos medicamentos. El 15 de junio, la FDA revocó su autorización de uso de emergencia para hidroxicloroquina y cloroquina debido a sus hallazgos que estos medicamentos no son útiles para tratar COVID-19 y que los riesgos asociados con ellos superan los beneficios potenciales. El 20 de junio, los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (National Institutes of Health) terminaron un ensayo clínico usando hidroxicloroquina en pacientes hospitalizados con COVID-19 porque el estudio encontró que era poco probable que el medicamento fuera útil. 

Los test PCR fallan más que una escopeta de feria

En un mundo físico imperfecto, siempre nos movemos en afirmaciones estadísticas. Nada se puede afirmar al 100%. Siempre hay lugar al error. En primer lugar, está el error humano, de fabricación, de uso, de análisis,... todo esto introduce posibles errores. El mismo procedimiento no está exento de probabilidades de acierto. Pero incluso así, la tasa de errores es muy baja. Lo dice la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica.

Lo mejor de estos test es que en cuestión de horas pueden dar resultados con una tasa de confianza del 90%. Obviamente siempre hay margen de error (10%) especialmente  si la prueba no se hace en el momento adecuado y si no se refuerza el diagnóstico con tests complementarios. Esto es lo que sucedía en los primeros momentos de la pandemia, cuando se estaban creando los protocolos de actuación sobre la marcha de una enfermedad sobrevenida.

Han estado improvisando desde el principio. Cambiaban de criterio cada semana

Cierto. Esta enfermedad era desconocida hasta la fecha. Las informaciones sobre la enfermedad, sobre todo en las primeras semanas eran novedosas, cambiantes e incluso contradictorias. Venían de diferentes fuentes, muchas veces, se hacían conclusiones precipitadas sin muestras clínicas adecuadas,... la urgencia de los muertos impedían estudios más fiables porque no había tiempo y porque eran informaciones preliminares que podían ayudar si se daban antes que si se confirmaban tiempo después.

Así, salieron las informaciones erróneas pero bien intencionadas de la hidrocloroquina, la de los vahos de eucaliptus y otras.

La mascarilla es la mejor medida para prevenir la enfermedad

A fecha agosto de 2020, la OMS  afirma que no hay suficientes pruebas a favor o en contra del uso de mascarillas (médicas o de otro tipo) por personas sanas de la comunidad en general.
El uso de mascarillas médicas está recomendado principalmente en 

  1. Entornos sanitarios (N95, FFP2), en personas enfermas y que presentan síntomas de COVID‑1
  2. Cualquier persona que esté enferma y presente síntomas leves, como dolores musculares, tos leve, dolor de garganta o cansancio
  3. Toda persona que cuide en casa a un enfermo de COVID‑19

Las mascarillas médicas deben combinarse con otras medidas clave de prevención y control de las infecciones, como la higiene de las manos, el distanciamiento físico o aislarse en su casa y usar una mascarilla médica si presenta los síntomas.

Verdades como puños

La enfermedad comenzó a transmitirse a finales de noviembre y principios de diciembre

La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), causada por el síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2), se informó por primera vez en Wuhan, provincia de Hubei, China, a fines de diciembre de 2019. Unos científicos publicaron en la revista Nature que reanalizaron 640 hisopos de garganta recolectados de pacientes en Wuhan con una enfermedad similar a la gripe desde el 6 de octubre de 2019 hasta el 21 de enero de 2020 y encontraron que 9 de las 640 muestras de garganta fueron positivas para ARN del SARS-CoV-2 mediante PCR cuantitativa, lo que sugiere la transmisión comunitaria del SARS-CoV2 en Wuhan a principios de Enero de 2020si bien, estadísticamente desde la última semana de noviembre y la primera de diciembre, se observó un incremento alarmante de casos de "una enfermedad parecida a la gripe".

¿Qué puedo hacer?

Lávate las manos, no estés cerca de alguien que no sabes si está infectado, usa mascarilla si no puedes guardar las distancias de seguridad y si tienes los síntomas, aíslate para evitar el contagio a los demás. Si la cosa empeora, avbisa a los médicos. Buena suerte.

Recomendaciones

No dejes de consultar las sensatas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Allí se recogen las últimas noticias relativas a la enfermedad: qué tienes que hacer, cóo prevenir, tiempo de vida del bicho en diferentes superficies,...

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