Fascismo
El fascismo es una ideología, un movimiento político y un tipo de Estado de carácter totalitario, antidemocrático y ultranacionalista. Típicamente se asocia a la extrema derecha.
Típicamente se suele asociar a la exaltación de valores propios asociados normalmente con la patria o la raza, que suele ponerse por encima de otros grupos a los que se menosprecia y se oprime. Típicamente judíos, gitanos, minusválidos, deficientes mentales, y extrangeros (xenofobia).
Etimología
El término proviene del italiano fascio que significa “haz” y del latín fascis, que se empleaba para definir los signos de la autoridad de los magistrados romanos.
Política
Enemigos de la democracia, también suelen menospreciar a la oposición política. Suelen dotarse de un fuerte militarismo.
El fascismo surgió en Italia durante la Primera Guerra Mundial, para luego difundirse por el resto de Europa durante el periodo de entreguerras y en especial en Alemania.
Se contraponen al liberalismo, el anarquismo y toda forma de marxismo: socialdemocracia, socialismo y comunismo.
Un fascista intenta imponer a toda la sociedad sus ideas por la violencia, de ahí que también sean totalitaristas. Siguiendo esta definición, en españa, actualmente, los fascistas REALES son los separatistas en cataluña, los abertzales de las provincias vascas españolas y muy a menudo es sectores de extrema izquierda. Parece ser que los extremistas y totalitaristas tienen la misma metodología, aunque sus ideas difieran.
Hasta aquí, lo que pone en los libros que saben del tema.
Neolengua
Fascista
Sin embargo, en los últimos años la neolengua del NWO ha cambiado el significado del fascismo hasta límites esperpénticos. Básicamente fascismo sería cualquier cosa que no le guste a la izquierda.
Progresista
Neoplabra cursi que sirve para definir a los antiguos zurdos políticos que han abandonado los objetivos iniciales de Marx en la lucha económica del proletariado y la han transmutado a la lucha de otros colectivos más rentables políticamente como los LGBTI, los feministas, extranjeros,…
Por ello, cualquier “progresista”, que en neolengua quiere decir zurdo político, vote al PP o no, prácticamente considera como fascista a todo aquello que no le gusta o se le opone idológicamente. Tal es su menguada capacidad de abstracción.
La derechita acomplejada habría incorporado esta palabra a su retórica para referirse a su rival político sobre todo cuando éste pues tiene unas posiciones menos moldeables y sumisas que las suyas.
Fascista es un mote que que sirve para dividir socialmente de forma maniquea entre los buenos (progresistas) y malos (fascistas).
Antifascista
Cualquiera que se declara antifascista inmediatamente se estaría posicionando del lado del bien. Pero psicológicamente, los antifascistas se delatan a sí mismos ya en el propio nombre con el que se indentifican. Un antifascista debe su existencia a la existencia de los fascistas. Si no existieran los fascistas, dejaría de tener sentido el ANTI-fascista. Y por ello, el antifascista siempre debe de tener un fascista a quien acusar para mantener su efímera existencia.
Así el movimiento antifa, diminutivo de antifascista, se ha caracterizado por sus expresiones violentas y por su escasa tolerancia en ataques a manifestantes pacíficos o ataques violentos a periodistas identificados como conservadores.
Como ya no existe el nazismo salvo en esquilmados grupos nostálgicos, los antifa se esconden con sus máscaras entre las multitudes para golpear e insultar a cualquiera que no piense como ellos. Por ejemplo, el recibimiento en Rentería que le hicieron Ciudadanos o la bienvenida neolítica en Sestao que le dieron a a Vox unos 300 neardentales antifas lanzándoles piedras, petardos y botellas de vidrio. Cabe destacar que ambos partidos son constitucionales, democráticos y tienen representación parlamentaria.
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