#ElDisco Alejandro Sanz

Durante una entrevista con el portal La Nación, el cantante Alejandro Sanz afirmó que la portada está inspirada en sus dos grandes pasiones: la música y la pintura. Sanz quería manifestar cómo el arte emana de su interior, representado por la pintura roja que desciende de sus manos.
Presentó a la música con esa pintura roja brillante, palpitante, asomando desde el fondo blanco y el traje negro que lleva puesto. También es una gran metáfora: la música le conecta con el suelo, emana de adentro y se le escurre de los dedos como se le escapan las canciones.
Comenta que "Pintar es mi otra gran pasión. A veces cuando estoy cansado de componer, pinto un cuadro y siento que mis oídos se renuevan. Por eso decidí expresarme a través del arte y juntar mis dos pasiones”.

Portada del #ElDisco de Alejandro Sanz

Hasta aquí la versión oficial y personal del propio artista. No dudo que su intención sea esa o haya querido emplear la portada para vendernos esa idea. Sin embargo, no nos costaría mucho pensar una docena de portadas alternativas menos "drásticas" que la elegida por el cantante.

Elementos de la portada

El músico ha sido retratado de negro impoluto, como suele actuar en la mayoría de sus conciertos. La posición adoptada por el cantante tiene los pies cruzados y las manos teñidas de pintura roja que se desparrama sobre el suelo blanco.
Las zapatillas blancas también están impolutas.
Debido al flash empleado en la foto, se arroja una sombra trasera que se difumina tanto en color como en contorno. Además, se ha empleado un fondo infinito (sin bordes rectos) precisamente para difuminar de partida el fondo de la imagen.
Otro detalle que llama la atención es el hecho de que la inicial de Alejandro ha sido invertida y elevada a la categoría de logo envuelto dentro de un círculo. Logo todo en rojo.

Interpretación alternativa

Lo primero que llama la tención es la pose de un Cristo descolgado de una cruz; cruz que no aparece en la imagen. Siguiendo con la simbología, Alejandro nos muestra sus llagas, sus sufrimientos que todavía sangran y abundantemente. La sangre ha sido sustituida por pintura roja, obviamente, pero que todavía  se desparrama sobre el suelo, que es obscenamente manchado sin ningún pudor.
Cabe destacar que la sombra de detrás, se podría haber eliminado con cualquier programa de retoque fotográfico fácilmente y nadie la habría echado en falta, si se intenta vender la versión que nos comenta el propio artista en la reseña de arriba.
Sin embargo, no se ha eliminado deliberadamente. No es creíble que los fotógrafos profesionales no se hayan dado cuenta del tema y se les haya pasado. Más bien aventuro que hay una sombra detrás del artista que lo manipula, de forma que no es el artista el que crea la sombra sino la sombra representa a la estructura que controla los movimientos del artista. Si os fijáis en la imagen, a pesar de que los chorros de pintura que se descuelgan desde las manos son bastante evidentes y gruesos, éstos no proyectan ninguna sombra ni tan siquiera cuando se acercan al suelo y allí la sombra debería ser más evidente.
El hecho de que la inicial de Alejandro ha sido invertida y elevada a la categoría de logo envuelto dentro de un círculo rojo, recuerda el logo de de Baphomet empleado en rituales satánicos.
Símbolo ocultista que representa al demonio Baphomet. Empleado en rituales satánicos

De hecho, si se coloca el símbolo de Alejandro sobre la figura que él mismo ha adoptado en el disco, se observa que el parecido es considerable.
Recreación del símbolo de Baphomet con los elementos del disco

De hecho, no es una novedad emplear sangre en las portadas de los discos. Se podría decir que A.Sanz es la versión “limpia” de la portada del disco de Jay Reatard “Blood Visions”.
Ni tampoco es una novedad que toda la industria musical ha sido captada por la élites ocultistas y cuyos dóciles cipayos ya no se recatan en presentar sus símbolos de forma aparente y ostentatoria.


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