Hoy he ido al circo

He visto tios barbudos enfundados en monos blancos apretados con crines de plástico blancas en la parte de atrás. Iban elevando globos blancos con iluminación de led en su interior que tenían forma de caballo mientras una bailarina bailaba algo parecido al flamenco enfundada en una bata de cola, también blanca.

He visto como bailaba un bailarino junto a cuatro bailarinas entre actuaciones para rellenar el tiempoy mantener al público en un estado de constante excitación porque n ose puede dejar un segundo de descanso porque si no, todos se ponen a mirar el móvil.

He dicho bailarino porque era un tio enfundado en el mismo traje que las bailarinas y ejecutando la misma coreografía que ellas. No era un bailarín, aunque también había uno. Pero este iba ejecutando su propia coreografía varonil y su traje era diferente de el de las bailarinas.

Hoy he visto un circo rendido y vencido por los animalistas. Era un circo animalista correcto porque los únicos animales que habían eran

1. Caballos de pega llevados por hombres barbudos.
2. Un león que luchaba contra Hércules llevado por bailarines que simulaban después una lucha contra el héroe.
3. Un tio enfundado en una funda de oso blanco para hacerse fotos con él.

Los niños preguntaban si no habían animales y les hemos dicho que está prohibido que participen de las actuaciones.

Me ha llamado la atención no sólo las cosas que he visto, sino sobre todo, las cosas que no he visto. No he visto manifestaciones de hembristas a la puerta del circo exigiendo la paridad circense y un trato digno para la mujer.

¿Por qué no exigen que hayan payasas?¿Por qué los payasos son mayoritariamente masculinos y nunca femeninos? ¿Por qué la faldita sexi de flequitos insinuando, cuando no enseñando, los gluteos femeninos mientras ellos llevan pantalones que les tapan por completo?¿Por qué el jefe de pista es un hombre?¿Hay un techo de cristal también en el circo?

Y lo mejor es que a nadie le ha extrañado e incluso lo veían con buenos ojos. Y a la gente le parecía bien y hasta ponían caras de sorpresa y no habían caras tristes, ni nadie comentaba esta horrorosa incorrección política que estaba por todos lados.

Todavía hay esperanza.