No hay peor cuña que la de la misma madera

Recientemente hemos ido oyendo voces en contra del colectivo homosexualista (1) que provienen de personas declaradamente homosexuales y que no han perdido el norte de su elección libre.
Así los afamdos diseñadores de moda Dolce&Gabanna, el concejal Umberto La Morgia del ayuntamiento de Casalecchio di Reno en Bolonia, el ministro español Fernando Grande-Marlaska, afirmando que s epuede ser gay y de derechas y solicitando que no se penalicen las terapias de reversión.

Pero no sólo homosexuales. Desde mediados del siglo pasado, la izquierda ha enarbolado la bandera sexual y se ha autoerigido como la única voz autorizada para hablar del tema, descalificando en su auto-autorizadísima opinión a todo aquel que se oponga a sus postulados.
Sin embargo, hay muchas voces que provienen de la izquierda que no paran de decir que el "rey está desnudo" y que todo esto es una farsa que hay que parar, como Sylviane Agacinski, la cual pone de manifiesto las incoherencias de esta teoría y las consecuencias funestas que conllevan para la mujer o afamados periodistas homosexuales como  Chadwick Moore que ha denunciado la vergüenza que siente como homosexual de los desfiles el día del orgullo.

Lo más insidioso de todo lo anterior no es que lo que digan es cierto, sino que haga falta que lo digan homosexuales o gente de izquierdas para que el tema sea puesto sobre el tapete. Es decir, que esta situación, implícitamente está reconociendo tácitamente varios aspectos:

1. Que hay una argumentación latente ad hominem de todas aquellas voces que no provengan de estos grupos autoaclamados. Típicamente gente de derechas y de la Iglesia. Véase las declaraciones de Rocío Monasterio, diputada autonómica de Vox por Madrid acerca de la fiesta del Orgullo Gay y que hhan sido afeadas por toda la prensa del NWO como por ejemplo, El País, la cadena SER, La Vanguardia, Telecinco, Antena 3 o La Sexta,.
2. Que cuando estas voces se pronuncian, suelen quedar ninguneadas por los grupos de presión a los que no les interesan estos postulados.
3. Que hay esperanza porque hay gente que es capaz de reconocer la realidad fuera de dogmatismos y son aliados potenciales de los grupos provida y profamilia.
4. El complejo de inferioridad que hay en determinados grupos provida/profamilia que tienen miedo de decir a la cara y en alto que el "rey está desnudo" y a dar razón de su esperanza.