He aquí que todo es vanidad y caza de viento

Las palabras de Qohélet, hijo de David, rey de Jerusalén no podrían ser más acertadas al leer la noticia de lo que ha pasado en la cima del mundo, en el monte Everest.
Más de 200 personas accediendo al monte Everest en el mismo día. Una industria turística que hacina a los buscadores de una exclusividad cada día más al alcance de todos y por ello devaluada.
Lo más asombroso son las declaraciones de un bloguero que tuvo que borrar un post para evitar las consecuencias. Decía el bloguero que "Tenía que pisar ese cuerpo sin vida... ¿Quién tiene las herramientas para lidiar con algo así? Es devastador".
Fotos en instagram que han dado la vuelta al mundo. más de 10 muertos debido a las aglomeraciones para llegar a la cumbre a menos de 30º bajo cero,...
Todo por una foto, por un post en instagram, por el qué dirán, por una fama efímera entre los más cercanos,... Poner la vida en peligro, poner la vida de los demás en peligro,...
Frente al horror de otra persona muerta que hasta hace un rato rezumaba ansias de vivir, que tenía la vida arreglada, que estaba llena de ilusiones,... yace muerta por puro capricho personal. Podía haber sido yo.
Y los que pasan alrededor, no pueden hacer nada por ella. Sólo pasar por encima y dejarla allí, congelada, a la intemperie... Y poder decir que llegué, que lo hice, que formo parte de los elegidos que llegaron y sobrevivieron. El parecer antes que el ser.

Todo es vanidad y caza de viento