Neutro, neutralizante y neutralizado
Cuidado con los eufemismos lobunos a los que la neolengua disfraza de corderos.
Neutralizado
Cuando la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, siguiendo los dictados de la plataforma Sevilla Laica, quiere que la escuela sea un espacio neutral, en realidad, lo que quieren es un espacio neutralizado eliminando de raíz, bajo coartada de libertad, cualquier tipo de expresión pública de la fe, sea esta cual sea. De facto, estas medidas son ateistas puesto que consiguen expulsar a Dios de la vida pública generando un ambiente en el que Dios no existe.
Neutralizante
Lo que se consigue en la práctica es la imposición de una mordaza en la
que ni tan siquiera los mismos ateos pueden manifestar públicamente su
oposición a la religión. Es decir, lo que aparece finalmente es una
actitud recelosa de la religión que acaba anulándola. Es decir, neutralizante.
La consecuencia directa de esta imposición es que a la larga, se acaba
convirtiendo a Dios en un tabú que todos conocen, pero del que nadie
puede hablar públicamente. El hábito acaba forjando la costumbre y esta
finalmente acaba materializándose en una ley que penaliza no ya el
proselitismo, sino su simple manifestación natural y sana, sin
prejuicios.
Neutro
Comportarse de forma neutra frente a las realidades religiosas, incluyendo, claro está, a los ateos, genera un ambiente sano en el que los creyentes en Dios, o de cualquier religión, pueden expresarse libremente junto a otras creencias, incluso los que defienden la no creencia, sin miedo a que peligre su integridad física.
Paradoja de una sociedad hipócrita que se identifica a sí misma como libre al tiempo que genera tabús artificialmente de forma cursi. Tabús gratuitos que no existían, ni la gente lo demandaba. Se percibe en estas argumentaciones una intencionalidad no declarada de oscuros sectores que quieren la eliminación de la religión de la esfera pública como paso previo a la eliminación de la religión en la esfera privada. En esta ocasión, bajo coartada de la escuela "neutral". Término este que significa atea y neutralizante en español antiguo. Son las consecuencias de la neoligión del estado confesional español.
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