Matrix universitario ateista
Con motivo de la proximidad de semana Santa, había pensado dar un
par de charlas sobre la Sábana Santa de Turín en un aula
cualquiera de la escuela en la que imparto clases. Sería una
charla/tertulia informal, de acceso libre a todos los miembros
interesados de la comunidad académica. Vamos, algo complementario
de la fria realidad académica y técnica en la que son formados
nuestros alumnos.
Había pensado poner unos posters en A3 en blanco y negro por la escuela los días previos y
hacer yo mismo la reserva del aula fuera ya del horario escolar.
Vamos, un acto pobre y cutre sin mayor repercusión académica que la de un viejo chocho que aspiraba a dejar en la mente de los estudiantes algo más que unas ecuaciones o un uso mejor de una herramienta informática. Por supuesto, TODO a COSTE CERO. A mi no me tenían que pagar nada, las fotocopias las pagaba yo de mi bolsillo, el aula estaba libre y la luz y la calefacción iban a costar lo mismo prácticamente, estuviéramos en el aula o no.
Por deferencia a la dirección de la escuela a la que estoy
adscrito, comuniqué mi propósito a título informativo. Más que
nada porque estuvieran al tanto de la actividad cultural que se
realiza en el escuela o por si quisieran anunciarlo en algún sitio
de la web de la escuela o tenerlo en cuenta de cara a las
estadísticas de final de curso, incluirlo en la memoria académica
a final de año o lo que consideraran.
Mi sorpresa fue que me contestaron enseguida muy amablemente
indicando que se había comentado la propuesta en el equipo de
dirección y coincidían TODOS los miembros del equipo en que no es
un tema que debiera tener lugar en el centro. Sin más
explicaciones ni razones. Simplemente habían decidio que ESE era
un tema del que no debía hablarse en la escuela.
Añadían que desde la dirección de la escuela se apoyaban
iniciativas relacionadas con las áreas técnicas objeto de los
estudios que se cursaban en la escuela, la Ciencia y la Cultura,
pero la temática de esta charla tiene un carácter religioso muy
marcado y por lo tanto, no se me autorizaba a ofertar la charla a
los alumnos que libremente y sin coacción quisieran acudir al
acto. Desde la dirección me animaban a preparar una exposición
alernativa sobre el área en la que imparto docencia o algo
"similar".
Esta actividad era un seminario/charla/tertulia en la que se
analizaba un objeto arqueológico absolutamente singular desde
diversas áreas del conocimiento y siempre desde una perspectiva científica
y humanista. Ciertamente esta reliquia está muy
vinculada a la religión católica, pero observada desde un punto
estrictamente científico y cultural en el que se presentaban
diversas aproximaciones desde la historia, la medicina, la
legislación, la fotografía, microfotografía, física,... Es un tema
que personalmente he estudiado y que creo que es de actualidad,
dada la proximidad a la Semana Santa, está dentro del ámbito científico de la universidad y en concreto
dentro del ámbito de una universidad "técnica" como la mía.
Es por ello que les contesté ingenuamente a la dirección que
"entendía" (aunque no compartía) que institucionalmente, la
escuela debía guardar una rigurosa neutralidad religiosa y que por
lo tanto, no aparecerá en ningún documento de la escuela.
Entonces, entendí que podía publicitarlo por mi cuenta, hacer la
reserva de un aula pequeña a título personal y no incluir ninguna
referencia "oficial" a la escuela. Simplemente era un acto
personal de uno de los miembros del claustro de la escuela que en
su ejercicio libre de cátedra, de forma altruista ofertaba una
actividad a quien quisiera o estuviera interesado en acudir libremente y sin coacción a
participar de la actividad fuera de horarios lectivos y como
actividad completamente al margen del C.V. académico del alumno.
Obviamente, la neutralidad religiosa de un centro oficial que se
rige dentro del marco de la constitución española de 1978 en la
que se define a España como un estado A-Confesional, debe
entenderse que la "A" no significa "Anti"-Confesional sino que no
posee ninguna religión el rango de confesión oficial de estado.
Por si fuera poco, el estado español, firmó unos acuerdos Iglesia-Estado con el vaticano que son vinculantes y cuyo ordenamiento jurídico recoge, defiende y protege.
Esto significa
que no estamos en un estado ateista (que trabaja activamente por
la eliminación de la religión y cualquier expresión suya en la
esfera pública) sino que reconoce a la Religión como un hecho real
y bueno, de forma que entre sus atribuciones, el estado tiene la obligación moral de promover la práctica de la religión sin decantarse por
ninguna en particular.
No obstante, vuelvo a insistir que la charla versaba sobre la
opinión de la ciencia sobre un objeto arqueológico singular y no
iba de "religión". Cosa que por otro lado, no debería ser impedida
en un centro público de un estado "A"confesional, sino más bien
promovida con igualdad de oportunidades a todo aquel que desde su
punto de vista religioso quisiera compartir su realidad.
Aún así, me volvieron a contestar desde la dirección de la
escuela, ahora sí, algo alarmados, que no les parecía adecuado que
se celebraran charlas de esa temática en el centro.
Lo que había comenzado siendo un simple aviso de deferencia a la
dirección del centro, se convirtió en una desautorización velada
directa. Tras una charla informal (de buen rollo, en la cafetería) al respecto, les llegué a mandar
incluso el contenido completo de TODAS las diapositivas de las que
constaba la presentación a realizar, para que juzgaran de primera
mano la idoneidad y pertinencia del contenido, que en mi opinión
era totalmente inocuo y pertinente.
Nuevamente, el equipo directivo no consideró adecuado que se
celebrara la charla en un aula del centro.
El tema no les parecía "adecuado".
Mi posición había cambiado radicalmente. Si hubira impartido la charla por mi cuenta y riesgo, sin avisar a nadie, no habría pasado nada. El hecho no habría tenido más trascendencia y en modo acto consumado, se habría realizado.Sin embargo, al notificarlo a la dirección de la escuela y recibir por DOS veces la negativa a impartirla, si la hubiera impartido, habría entrado en desobediencia a los máximos responsables del centro y por lo tanto, me habría metido en problemas. Es por ello, que, de momento, no se va a impartir.
Este planteamiento va más allá de una simple censura religiosa y conculca otros derechos que creo que no nos colocan a la altura que deberíamos estar como universidad española. Hago algunas reflexiones al hilo de lo ocurrido:
Mi posición había cambiado radicalmente. Si hubira impartido la charla por mi cuenta y riesgo, sin avisar a nadie, no habría pasado nada. El hecho no habría tenido más trascendencia y en modo acto consumado, se habría realizado.Sin embargo, al notificarlo a la dirección de la escuela y recibir por DOS veces la negativa a impartirla, si la hubiera impartido, habría entrado en desobediencia a los máximos responsables del centro y por lo tanto, me habría metido en problemas. Es por ello, que, de momento, no se va a impartir.
Este planteamiento va más allá de una simple censura religiosa y conculca otros derechos que creo que no nos colocan a la altura que deberíamos estar como universidad española. Hago algunas reflexiones al hilo de lo ocurrido:
- Hago notar que no se trataba de una clase de "religión" en la que se hablara del cuarto mandamiento de la ley de Dios o del artículo 145 del catecismo católico. Ni tan siquiera se trataba de un tema "religioso" como las relaciones entre la ecología y la religión a raiz de la última encíclica del Papa. El objetivo de la charla era el análisis de una reliquia singular desde el punto de vista de diversas disciplinas científicas, entre las cuales, estaba la informática, que sí que tenía que ver con el centro. Simplemente con que el tema tenga que ver remotamente con la religión, ya es anatema.
- Entonces, de acuerdo con lo indicado por la escuela ¿No se puede dar una charla sobre, digamos, Inteligencia Artificial en la facultad de Filosofía y Letras? Como es un tema informático y no filosófico, no debería permitirse estas actividades, ni tan siquiera gratuitas por parte de los profesores. No sería "adecuado" y se extralimitaría el ámbito filosófico del centro, empobreciendo culturalmente a la universidad
- La Universidad, con hechos como estos, pasa de convertirse en un oasis de libertad en el que pueden discutirse abiertamente cualquier tema (universidad viene de la raiz universal) a una simple fábrica de obreros especializados planos a los que se les anula la dimensión espiritual, potenciando sólo la parte física (deportes) y la mental o intelectual, pero sólo si tiene que ver con aspectos técnicos o profesionales.
- Bajo la coartada de un estado neutral, se elimina cualquier atisbo de manifestación pública de la religión, lo que lleva a una universidad no "neutral", sino, de facto, neutralizadora de la realidad religiosa y de cualquier manifestación pública de ámbito religioso de sus miembros.
- Lejos de promover y de divulgar la bondad de la religión para la gente propia de un estado sano aconfesional, se sofoca cualquier tipo de manifestación pública. Se crea un mátrix cultural en el que no se puede hablar de religión en libertad, creando, de facto, un caldo de cultivo cultural asfixiante y declaradamente ateo.
- Lo peor de todo es que la dirección del centro, en su miope gestión cultural, se cree que está defendiendo la libertad y respetando los derechos de los alumnos, a los que no se les permite implícitamente realizar cualquier actividad relacionada con la religión.
- La dirección del centro no sólo es atea o agnóstica, lo cual, en principio, nos debería dar igual, sino lo que es peor, en su confesión laicista, acaba siendo ateista, imponiendo la censura y la oposición formal a cualquier tipo de expresión pública d ela religión, indicando, por ello, el mensaje implícito de que la religión es mala.
- ¿Dónde está la libertad de cátedra de los profesores?¿Dónde quedó la libertad de debate de la universidad en los años de la dictadura franquista?¿Dónde aquellas fotos de Raimon cantando "al vent" en la universidad madrileña?¿Camús rodeado de universitarios que abarrotaban la sala para escucharle gratis?¿Para cuando un mayo del 68 de los cristianos y una defensa de la religión en la vida pública?
- Si esto pasa en la universidad, que se supone que es la cuna del pensamiento, de la libertad y del conocimiento, ¿qué no estará pasando en otros ámbitos?
- Luego se llenan la boca los centros con consignas fraudulentas como "Formamos personas y formamos profesionales" ¿Cómo se puede formar a una persona si nos olvidamos de su parte espiritual? Más bien me inclino a pensar que formamos a Tiranosaurios Rex que tienen una gran boca física, unas patas traseras intelectuales brutales y una manitas raquíticas espirituales.
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