Estado aCHISTEncial

Sí, en efecto, no me he equivocado. No estamos en un estado asistencial. Estamos en un estado aCHISTEncial.

Me explico. Cuando se me consideraba joven, no tenía dinero suficiente para poder independizarme. Bastante hacía con pasar de la paga de mi padre y que en mi casa me sufragaran los gastos de los estudios. Sí, teníamos becas que me permitían comer o pagarme algo del transporte. Afortunadamente, la matrícula sólo costaba la décima parte del coste real. Eso formaba parte de la beca. Aquí sí que pude disfrutar de mi primera aCHISTEncia del estado.

Cuando acabé los estudios, no podía pagarme más que el alquiler de la habitación, desplazamiento y poco más. Y era afortunado, porque otros, ni eso. Pensar en ahorrar para comprarse una casa, imposible. Cuando comencé a mejorar el empleo, ingresos y demás, ya no podía optar a ayudas para independizarme. No era lo suficientemente joven. He tenido que comprar una casa para poder vivir, no para especular y la tuve que comprar más cara por culpa de la especulación. Ahora, vale menos que cuando tuve que comprarla. ¿Quien se ha quedado con mi dinero? En cambio, la deuda bancaria no ha disminuido en proporción a la depreciación del bien.

Cuando yo ganaba 900 € al mes como ayudante, el yerno de la señora de la limpieza ganaba 3600 (en blanco y negro). Era obrero de la construcción. Ahora a ese hombre, que ya no es un chaval, le pasan un subsidio aCHISTEncial del paro de 400 al mes que lo tengo que pagar yo mediante la correspondiente rebaja de mi sueldo o como mínimo congelación. Me suben el IVA, el IRPF, me quitan ayudas para guarderías, del ayuntamiento,… y encima tendré que pagar más por los medicamentos o porque me aCHISTan en las urgencias de un hospital. Para poder aCHISTir al médico de cabecera tengo que pedir cita con días de antelación y cuando me aCHISTa, durará la consulta menos de un par de minutos. Y ante todas estas medidas, los sindicatos narcotizados por las subvenciones estatales, ni reCHISTan o hacen declaraciones CHISTriónicas. Se reducen los presupuestos de educación y salen los profesores a la calle hasta en CHESTE. Los indignados llaman a la reCHISTEncia.

Tengo el presentimiento de que todas estas medidas transitorias han venido para quedarse. Creo que el estado del CHISTEstar ha alcanzado su punto álgido y estoy aCHISTiendo impotente al final de un ciclo y al colapso del CHISTEma. Tal vez consideren que soy un poco exCHISTEncialista, pero o nos tomamos esto con un poco de humor o el futuro nos deprimirá. Creo que después de ver cómo está el panorama, me voy a ir a leer un rato a CHESTerton.