Lo católico está de moda

Voy a emplear una palabra japonesa que considero condensa adecuadamente lo que opino sobre el tema:
MELASUDA.
Personalmente no me siento ofendido porque estas celebridades haya tomado la coartada católica para inspirar sus vestidos. Allá ellas con su dinero y con su tiempo. Cuando Madonna hacía lo mismo para lamar la atención y compensar así su falta de talento, rasgarse las vestiduras sólo consigió aumentar su popularidad y notoriedad, que eera lo que el equipo de márketing de su discográfica quería. Y todos ayudando.

Personalmente considero que no hay mayor desperecio que el no hacer aprecio, tal y como nos aconseja el sabio refranero español. Cada uno que vaya al baile disfrazado como quiera.
Siguiendo con el refranero español, yo les diría a los que se sienten insultados que en términos de márketing: "... hablad de mi aunque sea bien, porque mal, ya se que habláis..." Pero hablad.
La pregunta que ya se hacían los romanos es "Quid Prodest?", es decir, ¿a quien beneficia todo esto?
Toda esta polémica no hace sino rentabilizar en términos de publicidad una cantidad ingente de recursos que van a conseguir varios objetivos:
1.- Dar notoriedad a divas que en estos momentos necesitaban estar de nuevo en el candelo a costa de lo que sea. En este caso, carnaza católica. Típico en un país, de momento, protestante como los USA.
2.- Dar a conocer a toda la tierra que hay una expo en el Met que de otra forma, habría pasado desapercibida, sin pena ni gloria. La cantidad de gente que irá a verla sólo por el morbo o por la curiosidad de lo que ha levantado esta polémica hará que el Met multiplique por 10 la cantidad de visitantes.
3.- La influencia cultural del catolicismo será más y mejor reconocida.
4.- Lo católico se pone de moda.
5.- Los diseñadores de moda que les ha creado estos atuendos ganan en publicidad, revalorización,... Síganles la pista y verán.
Por otro lado, no puedo sino dar la razón al artículo cuando plantea a las afectadas cómo se habrían vestido si la expo hubiera sido sobre el islam, por ejemplo. No hay ovarios.
Todos ganamos, aunque sea a costa de estas pobres hambrientas de prestigio.